Acuerdo del Gobierno argentino y 300 empresas para estabilizar los precios
El Gobierno argentino firmó con más de 300 empresas líderes del país un acuerdo para conseguir una estabilización de los precios por medio de una tregua en la carrera de incrementos que pueden llevar al borde del 200% el alza de este mes. El acuerdo se rubricó de forma solemne, y cada una de las empresas firmantes recibió un acta en la que constan los términos pactados. Las empresas se comprometen a repercutir en los precios de venta los costes adicionales del último mes, con una rebaja del 20%, que no tendrá mayor efecto en los precios de venta al público.
En la práctica se reconocen como base los precios del 15 de julio, que incluyen el colchón de seguridad, que las empresas se construyeron a base de una remarcación, que el propio presidente Carlos Menem calificó de "salvajismo". Con este pacto, firmado el lunes por la tarde, quedó en papel mojado la declaración inicial del fallecido ministro de Economía, Miguel Roig, que en su plan pretendía retrotraer los precios al nivel del 3 de julio. Tras la muerte de Roig han trascendido detalles de las presiones que sufrió el difunto en los seis días que desempeñó el cargo. Para muchos, Roig fue víctima de la traición de su propia gente, los empresarios, que se dedicaron a remarcar los precios y boicotear de facto el programa económico. Se atribuye a Menem una frase expresada ante la tumba de Roig: "Lo mataron los mismos que lo pusieron".Ante la ola de remarcaciones, hace una semana, Menem advirtió en varios discursos con un lenguaje duro y una frase extraída de las antologías del peronismo atávico. Recurrió Menem a una cita de Perón, que había dicho "cuando el pueblo agota la paciencia, hace tronar el escarmiento". A Roig el presidente llegó a decirle "mire, Miguel, si es necesario, vamos a meter preso a algún amigo suyo".
Con el nombramiento para ministro de Economía de Néstor Rapanelli, vicepresidente del grupo Bunge y Borri y sucesor en la multinacional de Roig, Menem aseguró la continuidad de su programa y dio a entender a los empresarios que se mantenía la política económica iniciada. Parte de esa política era el acuerdo con los empresarios para frenar los precios.
En contra de ideas iniciales de fijar un plazo de vigencia de 90 días, el acuerdo deja abierto el período de vigencia. De esta forma se trata de evitar que al día siguiente al vencimiento los precios se disparen de nuevo. En el acuerdo, "el Gobierno se compromete a mantener el tipo de cambio y las tarifas estables en su valores actuales y las tasas de interés en línea con estas variables". Según el artículo 4, "la empresa se obliga a un abastecimiento normal, los precios acordados, para la totalidad de sus productos".
Subidas salariales
Quedan ahora pendientes las subidas salariales. Las empresas ya se han forrado, preventivamente, con el tristemente célebre cochón. Ahora corresponde a los sindicatos conseguir en la negociación colectiva las subidas que permitan a los trabajadores sobrevivir en las actuales condiciones. El dirigente de la importante Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Lorenzo Miguel, ha anunciado que pedirán un 200% de subida. En disposiciones complementarias del acuerdo con los empresarios ha quedado como base de cálculo para la subida salarial de este mes un 160%, que probablemente se aproximará a la realidad.En un discurso, con motivo de la firma del acuerdo, el nuevo ministro Rapanelli dejó bien claro que la filosofía del nuevo Gobierno no es intervencionista, ni siquiera en cuestión de precios. Inició Rapanelli su discurso con la afirmación "todo aquello que puedan hacer por sí solos los particulares, no lo hará el Estado. Ese es el fundamento esencial de una nueva organización económico- social.
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