El parón soviético
ALICIA RIVERA, Por ahora no se han producido recortes presupuestarios fundamentales en el programa espacial soviético, pero parecen inevitables la reorganización de¡ sector y el control público de gastos, mientras desde hace dos meses se mantiene una paralización aparente. La polémica, que ha llegado a los medios de comunicación, junto con el incremento de la presencia extranjera en los programas soviéticos y la tendencia a comercializar servicios de la industria espacial, está propiciando una mayor publicidad de los planes previstos y un balance más transparente de la rentabilidad de las inversiones.
El eje de la astronáutica pilotada soviética es la estación Mir, con tres años ya en funcionamiento. El pasado mes de mayo pasó a régimen automático, interrumpiéndose su explotación continua con personas a bordo desde principios de 1987. Vladimir Aksionov, director del Centro de Estudios Cósmicos de Recursos Naturales, comentó recientemente en Madrid que el retraso se debía a cuestiones técnicas. Por su parte, Yuri Semionov, diseñador jefe de naves pilotadas, ha anunciado los planes previstos para la estación Mir en los próximos seis meses, sin dar fechas concretas para el envío de una nueva tripulación.
Según estos planes, a finales de este mismo año el complejo orbital se habrán añadido nuevos módulos y durante cuatro o cinco años más continuará su explotación. "Después necesitaremos estaciones de nueva generación", ha comentado Semionov. "El sistema de lanzamiento Energía Buran (el supercohete capaz de poner en órbita baja 100 toneladas de carga útil y el transbordador espacial acoplado a él) hará posible este objetivo".
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