_
_
_
_
MÉXICO, ANTE UNA NUEVA ÉTAPA

Tiempos de cambio

Habría que volver a los años 30 para encontrar otra conmoción mexicana parecida a la de Salinas

Antonio Caño

Fidel Velázquez, el hombre que ha dirigido el mundo sindical mexicano en el último medio siglo, lucha por la vida a los 89 años de edad en la unidad de vigilancia intensiva de un hospital. El corazón de Joaquín Hernández, La Quina, antiguo capo del petróleo, trata de vencer al infarto en la celda de una cárcel de la capital mexicana. Poco a poco muere con ellos un México al que el presidente Carlos Salinas de Gortari ha decidido conducir firmemente hacia el siglo XXI. Nace cada día un México nuevo en el que, como acaba de ocurrir, incluso son posibles victorias electorales de la oposición.

"Creía que jamás en mi vida vería lo que está ocurriendo", comentó el profesor del Colegio de México Lorenzo Meyer, crítico incisivo, un día después de que el líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Luis Donaldo Colosio, reconociese -"con voz trémula", dicen los comentaristas- su derrota en las elecciones para la gobernación del Estado de Bajo California norte, celebradas el pasado día 2. Los resultados oficiales confirmarán a Ernesto Ruffo como el primer gobernador de la oposición en más de sesenta años.Ninguno de los cambios introducidos hasta ahora por el presidente Salinas tiene tanto alcance histórico como el ocurrido esta semana. Con él, México comienza a salir del bloque de países con democracias formales y pide su reconocimiento como un sistema que respeta el sufragio efectivo, por el que Madero, Zapata y Carranza encabezaron la primera revolución del siglo.

Destacado ese episodio de trascendencia mundial, habría que remontarse hasta el humanismo progresista implantando por el general Lázaro Cárdenas a finales de los años treinta para encontrar una conmoción tan profunda en la sociedad mexicana como la que se está produciendo durante el mandato de Carlos Salinas de Gortari.

Realismo y honestidad

La revolución salinista es sui generis. Es derechista, dicen desde la izquierda tradicional; es un mero lavado de cara, temen desde las capas marginadas de un pueblo condenadamente escéptico. Es, básicamente, un combinado de realismo y honestidad política que pretende hacer de México un país viable, más próspero y más democrático. Los más enconados enemigos del presidente tienen que reconocer, sin embargo, que algo está ocurriendo en este país, algo de lo que Salinas puede ser protagonista o simple actor secundario, pero algo que puede cambiar una sociedad que el presidente encontró asolada por la corrupción y el descrédito político; al borde de un estallido social.

El primero en reconocerlo ha sido uno de los más contundentes adversarios de Salinas, Manuel J. Clouthier, líder del PAN, 150 kilos de pura raza de político norteño. "De un suspiro lo mato", comentó hace poco tiempo al preguntarle una opinión sobre Salinas. Hoy declara públicamente que "se ha abierto en México un proceso de cambio en el que todos ganan, incluido el presidente". A Clouthier se le debe gran parte del éxito del PAN en Baja California. Es un infatigable trabajador por su partido.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El PAN ha cosechado ya otros triunfos electorales en sus 50 años de existencia política, pero nunca le habían sido reconocidos. Su tenacidad y su organización probablemente lo han ' elevado en estas elecciones al lugar de primera fuerza política de la oposición.

Cuauhtémoc Cárdenas, el carismático líder de la izquierda, se niega, por su parte, a entrevistarse con Salinas. Cárdenas, heredero del nústicismo de su padre, del integrismo de su tierra michoacana y del entramado del propio PRI, maneja un código distinto al del presidente. Cárdenas tiene fe en la paciencia eterna de su pueblo y no tiene prisa por lograr éxitos ni busca primeras páginas. Cree que Salinas es ¡legítimo porque llegó a la presidencia gracias a un proceso electoral ilegítimo y considera que sus seguidores jamás le perdonarían una foto junto al inquilino del palacio de Los Pinos.

El influyente ministro de Gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios, quien pasé de ser leyenda a uno de los principales artífices del reformismo, analiza así la situación: "Estos sontiempos de cambio. El que quiera vivir tranquilo se equivocó de época. El presidente se ha montado en el cambio para que no se haga de forma anárquica y desordenada".

Pero no sólo de leyes puede vivir una perestroika del tamaño de la que necesita México. Es necesaria una nueva cultura política. En eso, los principales enemigos de Salinas están dentro del propio PRI y del mismo sistema. El reconocimiento de la derrota en Baja California ha provocado un verdadero motín a bordo. Los dirigentes locales del Estado han protestado públicamente por el hecho de que Salinas respete la democracia contra la voluntad de los priístas. El sindicato del PRI, la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM), que actúa de hecho como un sindicato único con poderes ¡limitados, ha amenazado con apoyar a otro partido si Salinas sigue entregando el mando a "los partidos contrarrevolucionarios".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_