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El Palau de la Música de Barcelona se replantea su programación por la construcción del auditorio

Cada 25 de mayo acogerá un 'baile de Viena' de debutantes, con discoteca incluida

El consorcio de Palau de la Música está llevando a cabo un replanteamiento de su programación y de sus funciones con vistas a la apertura del futuro auditorio de Barcelona. El hecho de que la Orquestra Ciutat de Barcelona vaya a trasladar su sede al complejo que surgirá en la zona de la plaza de las Glòries, junto a la previsión de que algunos de los actuales ciclos de conciertos vayan a hacer lo propio, obliga, según sus promotores, a un cambio de estrategia para optimizar la utilización de la sala. Entre las varias ideas que se barajan está la de celebrar cada 25 de mayo un baile de Viena para debutantes que incluirá el montaje de una discoteca en la antigua sala de ensayos del Orfeó Català, un ciclo de música flamenca, recitales de cantautores catalanes e incluso la posibilidad de utilizar el espacio para encuentros y convenciones.

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Congresos y convenciones

En vista de la competencia en ciernes, el edificio modernista, cuyas obras de ampliación y reforma, realizadas por los arquitectos Óscar Tusquets y Lluís Clotet, se inaugurarán el próximo 2 de octubre, parece decidido a plantar cara ampliando su oferta cultural y de servicios de manera ciertamente osada.Por lo pronto, según un proyecto que está sobre la mesa del presidente del Orfeó Catalá y del comité ejecutivo del Consorcio del Palau, Félix Millet, el próximo 25 de mayo las venerables paredes construidas por la patriótica institución coral albergarán nada menos que una discoteca.

"Se trata", dice Millet, "de instituir en Barcelona algo así como el baile de las debutantes de la ópera de Viena. Se llamará Baile de Viena: escenario y platea estarán a un mismo nivel y en los palcos y el foyer montaremos mesitas para que la gente pueda sentarse. La música será naturalmente de valses vieneses". Consciente sin embargo de que lo del tres por cuatro no es precisamente el género más popular entre la juventud, Millet ofrece alternativas: "En la sala de abajo [que antes de la reforma era la de ensayos del Orfeó] montaremos una discoteca. En total podrán acceder a la fiesta unas 700 personas...".

Colaboración internacional

Para la realización de tan atrevido proyecto, el presidente de la entidad coral dice tener en curso varias propuestas de colaboración: con el Ayuntamiento de Viena, el consulado de Austria en Barcelona y una firma comercial de la que por el momento prefiere silenciar el nombre. No descarta Millet convocar paralelamente una semana gastronómica austriaca en el nuevo restaurante de la sala.

Otra de las iniciativas que están sobre la mesa es la de potenciar los conciertos de flamenco. El reciente éxito cosechado por Camarón de la Isla en el escenario que presiden los bustos de Beethoven y Clavé ha llevado a Félix Millet a plantearse la posibilidad de instaurar, en colaboración con Ibercámera, un ciclo que puede llegar a ser estable. "De momento pensamos en siete u ocho recitales a celebrar durante el mes de octubre. El propio Camarón y Paco de Lucía están dispuestos a asesorarnos sobre grupos que hasta ahora no se conocen". Patrocinadora posible de tales eventos sería Tabacalera Española, modalidad faria gallega (para la vela, como es sabido, se prefiere el sabor rubio americano).

El jazz es otro género con futuro en el Palau de la Música, sobre el que se están elaborando planes. Y también la cançó: hay conversaciones en marcha con la Associació de Cantants i Intèrprets en Llengua Catalana (ACIC) para celebrar varios recitales. "Aparte de la programación en la sala grande, en la pequeña podrían irse alternando cantantes que empiezan. La gente que acuda al restaurante al mediodía podría escucharlos de forma gratuita. Es una de las ideas que se barajan", comenta Félix Millet al respecto.

El Palau de la Música quiere encarar el futuro adaptándose a lo que intuye será la nueva demanda cultural de la ciudad cuando se ponga en marcha el auditorio. Con independencia de la siempre opinable mayor o menor propiedad en la elección de las alternativas, a Amadeu Vives y Lluís Millet no les hubiera parecido mal un salto hacia adelante. Ellos lo dieron cuando fundaron en 1891 el venerable Orfeó Catalá.

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