Velázquez cruzará el Atlántico contra viento y marea
El director del Museo del Prado defiende el préstamo al Metropolitan pese a la oposición de los expertos
La salida hacia Nueva York de 15 cuadros de Diego de Silva y Velázquez (1599-1660) para la exposición, que el Museo Metropolitan presentará desde el 3 de octubre hasta el 7 de enero próximos, encuentra críticas entre especialistas y aficionados españoles que no entienden la oportunidad ni la necesidad del préstamo, teniendo en cuenta que España posee la mayor de de la obra de este pintor y que en 1999 se cumplirá su 400º aniversario. El préstamo no incluye las tres grandes obras maestras de Velázquez, Las meninas, Las hilanderas y La rendición de Breda, aunque sí retratos y obras mitológicas de gran importancia.
Los cuadros prestados son Epifanía, Jerónima de la Fuente, Villa Medici, Don Diego de Corral y Arellano, Doña Antonia de Ipeña rreta, Sibyla, El bufón 'don Juan de Austria', San Antonio abad y san Pablo, Esopo, El niño de Vallecas, Felipe IV, Marte, Baltasar Carlos, La reina doña Mariana de Austria y don Gaspar de Guzmán. Conde duque de Olivares.Alfonso Pérez Sánchez, director del Museo del Prado y coautor junto a Julián Gállego y Antonio Domínguez Rey del catálogo de la exposición, afirma "que la muestra nace del interés existente en Norteamérica hacia todo lo español. Estamos de moda y éste es un fenómeno real que tiene manifestaciones culturales".
El acuerdo
La decisión sorprende en el mundo artístico, viniendo de un museo cuyo director se ha manifes tado hasta hace poco tiempo contrario a la reciente costumbre de los cuadros viajeros, de los cuadros embajadores. "Es una cuestión que hay que asumir, o defendemos el concepto de museo, o el de las grandes exposiciones. Al parecer, éste es el tiempo de las grandes exposiciones, por cuanto Zurbarán y Goya han paseado sus galas por América durante este año.
El director del Prado concedió a EL PAÍS una breve entrevista personal para luego exigir la entrega de un cuestionario con las mismas preguntas.
Preguntado sobre si la vinculación tan estrecha que existe entre el Prado y el Metropolitan está soportada por algún acuerdo, Pérez Sánchez responde: "Existe un acuerdo de colaboración general que implica préstamos mutuos para exposiciones, organización conjunta de determinadas actividades e intercambio de personal. Así, John Brealey ha permanecido con nosotros y alguno de nuestros restaurado res ha pasado períodos en Nueva York; la exposición Velázquez forma parte de ese acuerdo".
Ante tan prolija y manuscrita respuesta cabe preguntarse si el Prado ha quedado para segundas nupcias, por cuanto hasta el momento las grandes exposiciones han todas ellas inauguradas fuera de España. Pérez Sánchez concluye: "Ésta era una ocasión que había que aprovechar, una ocasión única que además va a permitir montar aquí, en 1991, una gran exposición Velázquez, con todos los préstamos europeos y americanos que ha recibido el Metropolitan".
La decisión de que la muestra venga a España fue tomada muy recientemente, con posteridad a que el préstamo estuviera resuelto, quizá como colchón ante las voces de crítica que pudieran alzarse. Preguntado sobre si los conservadores jefe del museo habían dado su asentimiento a la salida de los cuadros, Pérez Sánchez contestó: "El que presta es el Patronato y la decisión de los conservadores jefe no es vinculante; sí lo es, en cambio, la de los restauradores que se han negado a que viaje el lienzo Mercurio y Argos pese al interés del Metropolitan por tenerlo". La misma respuesta manuscrita la formula así: "Incorporado al museo cuando la negociación estaba muy avanzada (se refiere a Juan Miguel Serrera, conservador jefe de pintura española), su juicio se ha adherido al de la restauración, que en este especialísimo caso había de ser el que primase ante el Real Patronato".
Esta interpretación de las funciones de los conservadores jefe choca frontalmente con la que realiza el Consejo Internacional de Museos (ICOM), organismo integrado en la Unesco, que les abroga responsabilidad directa sobre préstamos y traslados. Sin embargo, Pérez Sánchez aplica al Prado la definición de lo que es un museo para este organismo internacional: "Creo que la mejor definición del Prado es aplicarle la que da el ICOM en términos generales: 'Institución permanente y pública que conserva y exhibe los tesoros artísticos de nuestra historia para fines de estudio, educación y deleite".
Consultado Juan Miguel Serrera sobre la oportunidad o no de prestar estos cuadros al Metropolitan y su intervención en las negociaciones, su mutismo rozó el drama: "No creo tener nada que añadir a las respuestas del señor director, llevo muy poco tiempo en el Prado [dos años], y éste es un organismo muy complejo".
En la reunión del Consejo de Dirección realizada el pasado día 27, Juan José Luna, conservador jefe de pintura inglesa, francesa e italiana, puso sobre la mesa un magnetófono, con el fin poseer una versión fidedigna de lo tratado. A esto se añade el diálogo con una persona cercana al trabajo administrativo del museo que, al ser requerida por EL PAÍS sobre la posibilidad de tener acceso al acta del día 27, además de la lógica negativa añadió: "Están todas revisadas".
Pérez Sánchez defiende la decisión de permitir los préstamos por cuanto, "la exposición vendrá a España al finalizar la de Nueva York y unida a las restantes obras de Velázquez en el Prado y a algunas obras de diversos museos y colecciones no presentes en Nueva York, constituirá el más complejo y rico conjunto que jamás haya sido exhibido conjuntamente".
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