Beneficios comunitarios

En el editorial del sábado 17 de junio se dice que "el Reino Unido no quiere perder el tren de una Europa unida". La realidad es que la inmensa mayoría de los votantes británicos (el 65%) ha votado con sus pies y no ha acudido a las urnas. Esto se debe a la falta de interés que suscita la idea de una Europa políticamente unida.La estructura política de la Europa de hoy concentra el poder en un grupo, la Comisión Europea, que no es plenamente controlado por el Parlamento Europeo sino que responde a las directrices de los Gobiernos de los países miembros. Es decir, todavía no existe un sistema de control parlamentario sobre la ejecutiva, condición sine qua non para la democracia. El votante británico percibe que todavía no ha llegado el momento de traspasar las decisiones económicas a Bruselas, sino que éstas tienen que seguir en los Estados miembros que sí ofrecen garantías democráticas a sus ciudadanos.

Cuando estén disponibles las cifras de abstención de estas elecciones en los 12 países probablemente demostrarán que la misma percepción existe en toda Europa. Los europeos no votarán en elecciones europeas hasta que haya estructuras democráticas a nivel europeo, y no puede haberlas hasta que los votantes estén dispuestos a votar.

El primer paso es demostrar a los ciudadanos de los países de la Comunidad Europea que se generan importantes beneficios económicos por la consecución del mercado único. Sólo después podrá plantearse un proceso de traspaso de mayores poderes de decisión a Bruselas.-