Ejecuciones por miles desde 1983, según Amnistía Internacional

El uso de la pena de muerte se ha hecho muy frecuente en China desde el inicio de una campaña de "purga contra el delito" iniciada en 1983. Desde esa fecha, la asociación de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (Al) ha constatado más de 1.500 ejecuciones, aunque se cree que la cifra es mucho mayor. Según datos no oficiales recopilados por Al en su campaña de este año contra la pena de muerte, la ejecuciones en China superaron las 30.000 entre 1983 y 1986. La sección española de Al ha organizado para mañana, en Pamplona, una recogida de firmas como expresión de la repulsa ciudadana por las recientes ejecuciones.

Más de 30 delitos

Más de 30 delitos, muchos de ellos no violentos, pueden ser castigados con la muerte en China, entre ellos el de robar bicicletas, molestar a mujeres y portar pancartas "contrarrevolucionarias", según un informe elaborado por AI en enero. También son objeto de la pena capital los jóvenes de entre 16 a 18 años por medio del sistema de sentencias aplazadas.

Los juicios no tienen las garantías procesales admitidas internacionalmente y los escasos abogados tienden a evitar una defensa firme ante el temor de ser acusados de "colaborar con el delito". La mayor parte de las veces los acusados están condenados antes del juicio.

En China se suele exponer a los condenados a muerte al público antes de la ejecución. Hasta hace algunos años, los condenados eran atadados a un camión y llevados a recorrer las calles, con una cuerda al cuello para evitar que gritaran. Casi todas las ejecuciones son exhibidas por la televisión para "escarmiento" de la población.

El único método legal de ejecución es el del tiro en la nuca. Al condenado se le atan las manos a la espalda y los encargados de la operación le obligan a arrodillarse antes de recibir el tiro. Aunque el informe no lo menciona, las familias de los condenados han de pagar los costos de la ejecución y reciben la bala con la que fueron ajusticiados.