Los tres errores

Hace dos años que acabé mi carrera de Veterinaria (especialidad: medicina y sanidad, con buen expediente) y con gran ilusión comencé a buscar trabajo; lo primero que hice, naturalmente, fue inscribirme en el Inem. Después fui al Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (INIA, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación) a ofrecerme para sus campañas de saneamiento. Ellos apuntaron mi nombre en la lista de las chicas; quedé asombrada cuando vi que había dos listas: una para chicos y otra para chicas, y por si no me hubiera dado cuenta me dijeron que era muy raro que llamaran a una chica mientras hubiera nombres en la lista masculina. Había cometido mi primer error: ser mujer.Después supe que en la Consejería de Agricultura y Cooperación de la Comunidad de Madrid también contrataban veterinarios/as para sus campañas de saneamiento, y cuando fui a informarme me dijeron que allí sin enchufe no entraba nadie (y era cierto). He ahí mi segundo error: no tener recomendación.

Ni que decir tiene que durante estos dos años que llevo en paro he mandado mi currículo a infinidad de empresas y nadie me ha dado una oportunidad, aun creyendo reunir todos los requisitos.

Por fin el año pasado creí que las cosas se aclaraban cuando en la citada consejería de la Comunidad de Madrid, y a través del Inem, contrataron veterinarios que llevaran dos años en paro y que fuera su primer empleo. Como yo aún no llevaba los dos años, reglamentarios me resigné una vez más.

Hace unos días que la Comunidad de Madrid, a través de su Plan de Empleo, ha solicitado nuevamente veterinarios al Inem para las campañas de saneamiento. Esta vez sí era mi oportunidad, pero me he dado cuenta de que he cometido mi tercer error: he cumplido más de 25 años. El Plan de Empleo beneficia a los menores de 25 años que no hayan trabajado nunca.

Aún sigo a la espera de mi primer empleo.-