Los recuentos indican una victoria del PSC sobre CiU, que puede perder un escaño
El recuento de votos de los partidos políticos y los pocos datos filtrados desde el Ministerio del Interior confirmaron ayer una clara victoria del Partit dels Socialistes (PSC) en las elecciones europeas del pasado jueves en Cataluña. Según los recuentos -oficiosos hasta el domingo-, los socialistas pueden aventajar por varios puntos -entre 5 y 10- a CiU, que ve frenadas sus aspiraciones de convertirse en el primer partido de Cataluña y pierde la mitad de los votos obtenidos en las pasadas elecciones autonómicas.
Los datos iniciales coinciden más con el avance facilitado por el PSC en la noche del jueves y desmienten las evaluaciones efectuadas por los líderes de CiU, que no tan sólo puede perder un diputado (en 1987 obtuvo tres) sino que con los votos obtenidos no hubiese conseguido mejor resultado aunque las elecciones se hubiesen celebrado por circunscripciones autonómicas.Observadores próximos a CiU destacaron ayer que estos resultados confirman que el nacionalismo conservador no está a la altura electoral de su líder, Jordi Pujol. Sólo cuando el presidente de las Generalitat ha encabezado la opción electoral, convirtiéndola en un plebiscito carismático, la coalición ha sido capaz de vencer a los socialistas. La dirección de CiU evitó ayer los contactos con los medios de comunicación, por lo que nadie se responsabilizó de los errores cometidos al ofrecer los primeros datos en la noche del jueves. Ninguno de los líderes quiso comentar tampoco la supuesta pérdida de un escaño.
El secretario general de CDC, Miquel Roca, se mantuvo ausente de su despacho durante toda la jornada. El secretario de Organización, Josep Caminal, fue el único que comentó por encima los resultados: "El PSC puede haber bajado unos dos puntos y nosotros aumentar otros dos, con lo que la horquilla entre ambas formaciones se habría reducido", dijo.
Otros dirigentes convergentes señalaron en privado que habría que considerar el posible castigo a los nacionalistas en las ciudades donde CiU ha estado en el epicentro de conflictos.
El silencio convergente contrastó, a lo largo de toda la jornada, con la euforia socialista. El PSC, basándose en el escrutinio realizado con los datos obtenidos por sus interventores, reiteró que ha ganado las elecciones en Cataluña con 10 puntos de diferencia sobre CiU. Josep Maria Sala, secretario de organización, insistió en que, según estos datos, CiU obtendría sólo dos escaños en el Parlamento de Estrasburgo. Otras fuentes aseguraron que si CiU conserva este tercer escaño, lo perdería el CDS, que se quedaría en cuatro.
La supuesta pérdida del tercer escaño de CiU, que simbolizaría la derrota de la coalición a manos del PSC, fue ratificada ayer por la tarde en una conferencia de prensa, en la que Sala explicó que su partido ha ganado en las 14 primeras poblaciones de Cataluña por su número de habitantes, incluidas Barcelona y las otras tres capitales de provincia, y en 35 de las primeras 40. Según estos datos, la primera ciudad de importancia en que ha ganado CiU es Manresa.
Por contra, fuentes de Convergència insistieron en que estos datos son un intento de intoxicación socialista y que CiU mantiene sus tres diputados, ha reducido muy considerablemente su diferencia con el PSC y se ha impuesto en Barcelona.
