Lepenistas, 'verdes' y comunistas

, Después de su espectacular explosión electoral en las municipales de marzo, los verdes han ocupado un lugar en la sociedad francesa y afrontan con buenas expectativas de voto -entre 12% y 14%- los comicios europeos. De confirmarse los pronósticos, los verdes quedarían en tercer o cuarto lugar, por delante de lepenistas y comunistas.

De los 81 escaños que corresponden a Francia en Estrasburgo, el Frente Nacional (FN) espera sacar una quincena, aunque los sondeos le otorgan entre un 8% y un 10%. Con este último porcentaje, el partido de Le Pen logró 10 eurodiputados en 1984. Sus armas son las habituales: racismo descarado y peligrobus juegos de palabras. La defensa de una "Francia francesa en una Europa europea", la oposición al voto inmigrante, la resurrección de una versión lepenista de la "Europa de las patrias" y los guiños a un cierto gaullismo y la exclusión de los adversarios constituyen el programa del partido de extrema derecha. Lo resume un cartel dirigido a los otros partidos, en el que se hace un j uego de palabras con las cinco letras de Le Pen y otras cinco letras famosas pronunciadas por el general Cambronne: merde. Esta invitación al electorado descontento a decir mierda a los partidos "del consenso blando" es, según Bruno Mégret, dirigente del FN, "la expresión lapidaria de nuestro eje estratégico".

En el otro extremo del arco político, el Partido Comunista Francés (PCF) presenta como primer candidato a un economista, Philippe Herzog, una cara nueva que, sin embargo, refleja la más pura ortodoxia. Contrarios por razones opuestas a las de Le Pen a la supranacionalidad de la "Europa de los negocios", los comunistas rechazan el abandono de "la soberanía nacional en cualquier campo" y la pérdida de la independencia de Francia. Las encuestas les conceden en torno al 7%-9%.