Los países de la CE tendrán convenio único de extradicion y revisaran el derecho de asilo

, España ha presentado un documento a los coordinadores nacionales de los doce para la supresión de fronteras, reunidos en Palma de Mallorca, donde propone 70 medidas para compensar la desaparición de los controles interiores en la Comunidad Europea (CE) prevista por el Acta única para 1993. El convenio europeo de extradición y la armonización del derecho de asilo, impulsados por España durante este semestre de presidencia, ya cuentan con el apoyo general y deberán ser ratificados por el Consejo de Europa, que se reunirá en Madrid los días 26 y 27 de este mes.

El grupo de Rodas, como se denomina a los 12 coordinadores nacionales de los países miembros de la CE, reunido en Palma, ha elaborado un documento de 70 puntos ante la implantación de la frontera única europea y la consiguiente desaparición de los controles interiores en la Comunidad.La reunión, presidida por el coordinador español y director general de Asuntos Consulares, Rafael Pastor Ridruejo, ha elaborado un conjunto de medidas, 40 de las cuales se consideran necesarias y las 30 restantes, deseables. El objetivo de este plan es evitar que la desaparición de las fronteras internas favorezca la actuación del terrorismo, el tráfico de drogas y cualquier otro tipo de delincuencia, así como la inmigración ¡legal. Las medidas necesarias se estima que entrarán en vigor para 1993, como prevé el Acta Unica, mientras que las deseables pueden ir aplicándose progresivamente.

La desaparición de las fronteras interiores es observada con cierta preocupación por algunos países de la Comunidad Europea, especialmente el Reino Unido, Irlanda y Dinamarca, mientras que el resto de los países son partidarios de que su implantación se produzca de forma progresiva hasta el 1 de enero de 1993.

España ha solicitado el ingreso en el grupo Schengen, formado por la República Federal de Alemania, Francia y los países del Benelux, que tienen previsto anular sus controles internos para 1990. España, pues, es firme partidaria de la progresiva y rápida desaparición de las fronteras internas, a pesar de las reticencias de otros países, encabezados por el Reino Unido. Estos países del Norte han expresado su desconfianza hacia algunos delSur en cuanto a la eficacia de sus controles en las fronteras externas de la Comunidad, especialmente para evitar la emigración clandestina de ciudadanos de países africanos y latinoamericanos.

El coordinador español, Rafael Pastor Ridruejo, ha manifestado que España no pretende que la implantación de la frontera única europea conlleve la creación de una Europafortaleza, sino que únicamente suponga un control eficaz para evitar cualquier forma de delincuencia al desaparecer los controles internos.

Libertad de movimientos

España, junto con la mayoría de los países miembros de la CE, es partidaria de que la libertad de movimientos en el interior de la Comunidad Europea se mantenga no sólo para los ciudadanos comunitarios, sino también para aquellos extranjeros que hayan accedido a este territorio por cualquiera de las fronteras exteriores de los doce.

El convenio europeo de extradición para facilitar las entregas de delincuentes, y la armonízación del derecho de asilo para evitar su abuso, han sido dos de las medidas que España ha impulsado con mayor interés y que cuentan ya con un acuerdo previo. Estas iniciativas serán sometidas a estudio y ratificación por el Consejo Europeo de Madrid. España también está impulsando la cooperación entre los servicios policiales de los doce, la lucha contra los traficantes de inmigración clandestina y la armonización de las leyes de extranjería.

En cuanto a la lucha contra las drogas, el documento propugna armonizar las legislaciones sobre posesión y tráfico de estupefacientes, y el seguimiento del blanqueo de dinero obtenido por este tráfico, que podría ser incautado por las policías.

El documento propone también una lista común de países a los que imponer el visado y la creación del denominado visado europeo, aunque esta medida provoca algunas reticencias en determinados países que no conrian excesivamente en los controles de fronteras exteriores de algunos miembros de los doce. Con este visado europeo cualquier extranjero se podría mover libremente por los países de la Comunidad, una vez que haya conseguido entrar por cualquiera de las fronteras exteriores de los doce.

El texto elaborado por el grupo de Rodas plantea así mismo la posibilidad de que las sentencias judiciales sean válidas en todo el territorio comunitario, e incluso que las condenas puedan cumplirse en cualquiera de los 12 países, mientras que hasta ahora eso sólo podía hacerse en el país de origen o en el lugar donde se dictaba la resolución judicial. El documento analiza también medidas sobre circulación armas, obras de arte y alimentos, entre otros.