Las palabras de la discordia

El presidente, de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, suele conceder una conferencia de prensa semanal. El jueves pasado, la primera pregunta se refirió a la llegada de los etarras y fue formulada en estos términos: "Presidente, usted anunció una política de importaciones y parece que lo primero que importó fue el terrorismo con la llegada de los 11 terroristas vascos, que tienen preocupado al país, porque no sabemos a qué se debe esa política: si es un acuerdo con el Gobierno, con el presidente González, y, en todo caso, es un hecho excepcional, o si va a ser una costumbre durante su Gobierno el que vengan terroristas a vivir a Venezuela".El presidente Pérez respondió así: "Toda la vida en Venezuela, y eso es un orgullo para nosotros, toda la vida democrática ha sido lugar de asilo para personas que, por razones políticas, no puedan vivir en su país. Es una exageración llamar terroristas a un grupo de españoles vascos que, por el hecho de que mantienen una posición que yo no comparto, están exiliados de su país porque aspiran a la independencia de la región vasca. Yo, desde luego, creo en la unidad de España y no podría nunca estar de acuerdo con la política de ETA sobre todo, que ha tendido al terrorismo. Pero no quiere decir que todos los vascos sean terroristas, y me siento complacido de haber podido dar asilo a un grupo de españoles en Venezuela y hay aquí otros que viven y que también comparten la misma posición de los que acaban de llegar y que nunca le han causado a Venezuela ningún mal".El dignatario venezolano agregó: "De manera, pues, que afortunadamente nuestra patria no tiene esos egoísmos y está abierta a todo el que por una u otra forma no pueda vivir en su país".

Para la ubicación e instalación del grupo de ETA ha actuado el Centro Vasco Venezolano, que tiene aproximadamente 600 socios.

La colonia de 30.000 vascos residentes en Venezuela se ha caracterizado por ser emprendedora y ha tenido éxitos en la industria y el comercio, pero no participa en actividades políticas, como tampoco los 20 viejos refugiados políticos.

Los 11 etarras ya pueden circular libremente por Caracas, tienen la documentación respectiva y la DISIP (policía política) les han entregado a cada uno 1.000 bolívares (3.000 pesetas) para que puedan tener dinero de bolsillo para desplazarse, ya que el alojamiento y la comida todavía la tienen cubierta en el hotel.

Último contacto

El último contacto mantenido por Felipe González en persona con su amigo y correligionario Carlos Andrés Pérez se produjo en febrero, cuando González asistió a la toma de posesión de aquél como presidente. González propuso a los mandatarios latinoamericanos presentes un plan para resolver la deuda de América Latina.Un mes después, España concedió a Venezuela un crédito de 50 millones de dólares. A los pocos días, el Banco de España aprobó un crédito de 200 millones (le dólares con vencimiento a los seis meses y otros 150 millones que se harían efectivos en cuanto se firmase un acuerdo con el FMI.