Triunfan los partidos del Gobierno y baja la oposición en las municipales italianas
La mayor novedad en los resultados de las elecciones administrativas parciales celebradas el domingo y ayer en 160 ayuntamientos italianos -y a las que se les había dado un valor de test político, a causa de la crisis de Gobierno en curso- ha sido la victoria de cuatro de los cinco partidos presentes en el Gabinete. Y la derrota de las formaciones políticas que se hallan en la oposición, en especial del Partido Comunista Italiano (PCI).Y así, ha ganado -sobre todo- la Democracia Cristiana, que ha obtenido como media nacional el 39,8% (2,9 puntos más que en las municipales de 1984), y que en algunos lugares ha llegado al 45%. Triunfo también del Partido Socialista Italiano (PSI) de Bettino Craxi, que ha conseguido el récord histórico del 19 a nivel nacional (2 más que hace cinco años) y que en la emblemática ciudad de Reggio Calabria, dominada en los últimos tiempos por el neofascista Movimiento Social Italiano (MSI), ha obtenido el 22,1 %, es decir 11 más de las elecciones políticas últimas, hace dos años.
Han aumentado también repúblicanos (0,1) y liberales (0,6) lo cual indica, además, que los electores han visto con buenos ojos la nueva alianza de dichos partidos laicos a quienes les ha dado también una buena mano el radical Marco Pannella, que se presentaba en sus listas.
En la oposición, por el contrario, ha sido derrotado el PCI (sobre todo en el sur del país), que fue superado por vez primera en todas partes por el PSI, en un sorpaso, o adelantamiento, que es el sueño de Craxi en las elecciones políticas nacionales. Si en las elecciones del próximo domingo en Cerdeña y en las europeas del 18 de junio la tendencia del PCI es a seguir bajando, significaría el ocaso del mayor partido comunista de Occidente.
Han perdido también los pequeños partidos de oposición como Democracia Proletaria (bajó 0,3) y Verdes, aunque estos últimos han ganado en algunos lugares, pero poco significativos. El MSI, tradicionalmente fuerte en el sur del país, bajó del 5,2% al 4,2%. Se va perfilando cada vez más la tendencia de los italianos a votar por la gobernabilidad y la estabilidad política.
