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El consumo de cocaína en el embarazo produce graves malformaciones en el sistema nervioso del feto

Ana Alfageme

La cocaína es un potente agente causante de malformaciones congénitas, según se ha puesto de relieve en una reunión de investigadores de elite que se celebra estos días en Madrid. Unos 120 científicos de todo el mundo han analizado las circunstancias que rodean a las malformaciones congénitas, que en España afectan a dos de cada 100 nacidos vivos. La causa de estos defectos, que en muchos casos provocan la muerte del feto o una futura invalidez, sólo puede ser determinada en un 30% de los casos, según estimaciones científicas. Van surgiendo hallazgos que establecen relaciones entre las malformaciones y determinados fármacos, como el ácido retinoico (indicado para el acné), anticonvulsivantes o tranquilizantes.

"Concluimos que la cocaína es un potente teratógeno. Su consumo durante la gestación puede causar múltiples malformaciones con graves anomalías del cráneo, la cara y el sistema nervioso central", han manifestado en su comunicación presentada al Grupo de Trabajo en Malformaciones y Morfogénesis David W. Smith, que se reune estos días en Madrid M. Golabi y otros investigadores del departamento de Pediatría y Neurología de la Universidad de California, San Francisco. "Anomalías adquiridas del SNC se pueden ver también a menudo", dicen los científicos, que presentaron un serie de 18 niños nacidos con estas alteraciones. Siete de las madres consumían cocaína y 11 añadían además otras drogas.El seguimiento de estos niños revelaron datos escalofriantes: cinco murieron y nueve eran anormales neurológicamente en el periodo neonatal aunque algunos mejoraron significativamente. Otros cuatro niños resultaron retrasados en su desarrollo. Esta comunicación ha sido resaltada por los dos organizadores del grupo de trabajo, Jaime L. Frías, catedrático de Pediatría de la Universidad de Nebraska y James W. Hanson, del departamento de Genética Médica de la Universidad de Iowa, que forman parte del comité que invita cada año a los expertos participantes, -este año son unos 120- cuya asistencia se justifica, según Frías, "por su productividad científica". En su décima edición, este es el primer año que la reunión se celebra en España ya que su impulsor, David L. Smith, ya fallecido, considerado como el pionero de estas investigaciones, tenía una especial predilección por este país.

"Empieza a haber cada vez mayor evidencia de que el uso de las benzodiacepinas (tranquilizantes) puede ser teratógeno", dice María Luisa Martínez-Frías, directora del Estudio Colaborativo Español de Malformaciónes Congénitas (ECEMC), cuyo grupo ha sido recientemente galardonado con el Premio de Investigación Reina Sofía sobre deficiencias. Ella es la organizadora local de la reunión. La investigadora Liv Laegreid, del departamento de Pediatría del hospital del Este, de Gotemburgo, (Suecia), concluía que el hijo de una mujer que consuma benzodiacepinas -como el Valium- durante la gestación, tiene 28 veces más riesgo de padecer uno o más de los siguientes defectos: afectación en el periodo embrionario y fetal, malformaciones del sistema nervioso central, labio leporino y paladar hendido y defectos del aparato genitourinario.

Una revisión reciente realizada por un grupo de investigadores de Sanidad y la Universidad Autónoma de Madrid, publicada en Medicina Clínica, sobre los estudios epidemiológicos más relevantes ya establecía la relación entre hendiduras orales congénitas y el consumo de benzodiacepinas. "No son resultados totalmente confirmados: otros grupos presentan conclusiones contrarias", dice Martínez Frías.

Ácido retinoico

Un terátogeno que los expertos consideran totalmente establecido es el ácido retinoico y sus derivados, prescritos contra el acné. Uno de los investigadores que trabaja sobre este tema, Edward J. Lammer, del Programa de Monitorización de Defectos Congénitos del hospital General de Massachussets de Boston (EE UU), declara, preocupado, que la Food and Drug Administration de los EE UU ha rechazado las peticiones de que se restrinja el acceso a los fármacos que contienen el principio activo, una actitud que, al parecer, no vá a cambiar. "No ha disminuido en EE UU el número de exposiciones al fármaco y de malformaciones por esta causa, hasta ahora, por lo que el peligro permanece", y estima en 80 los niños afectados por estos productos. Las malformaciones afectan al SNC, corazón y vasos del feto.Martínez-Frías, quien dirige desde hace 12 años la elaboración de un registro de malformaciones, en el que colaboran desinteresadamente 200 médicos de toda España aconseja a las gestantes "que no se automediquen, ya que debe ser el médico el que evalúe el riesgo en los tratamientos". También las enfermedades maternas y la fiebre pueden inducir alteraciones. La tasa de malformaciones en este país es medio-bajo, según el ECEMC, aunque la incidencia de síndrome de Dawn (mongolismo) es alta por el alto pocentaje (11%) de madres mayores de 35 años.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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