En la incubadora
El espectáculo que la bailarina valenciana Antonia Andreu presentó el jueves en la sala Olimpia está dividido en dos partes. En la primera, Andreu y su grupo de cinco bailarines repasan algunos ejercicios de los que suelen ponerse en una clase de ballet de nivel intermedio sobre fragmentos al piano de Romeo y Julieta, de Prokofiev. Luego baja un telón de fondo con un enorme medio huevo duro pintado y todos siguen con los ejercicios, aunque ahora lo hacen sobre una música rítmica fuerte.En la segunda parte, la música deja escuchar algún compás de canción española. Vuelven los bailarines, ahora vestidos de pollos, y baja un telón de fondo con un sol muy grande que sirve para enmarcar los ejercicios de saltos y giros del final de la clase.
Antonia Andreu y bailarines
Los pies en la cabeza y la cabeza en los pies. Coreografía y dirección: Antonia Andreu. Madrid en danza. Sala Olimpia. Jueves 25 de mayo.
La ironía del planteamiento, sin embargo, no llega al patio de butacas, porque ni el movimiento se maneja con la soltura suficiente (falta seguridad en lo clásico y recursos, ni hay imaginación para plantear teatralmente el disparate del huevo del ballet fecundado por la música moderna y los polluelos de la nueva danza en la incubadora del sol de España.
El espectáculo demuestra que los problemas de la danza contemporánea en este país no son solamente de escasez de formación y de recursos económicos. Antonia Andreu estudió en Estados Unidos durante seis años y ha recibido apoyos hasta el punto de que para esta producción se han reunido los esfuerzos de tres instituciones, el Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas, la Generalitat valenciana y el Instituto de las Artes Escénicas y la Música.
Babelia
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