Mitterrand anuncia el perdón de la deuda externa de 305.000 millones de pesetas a los 35 países mas pobres

El presidente de la República Francesa, François Mitterrand, anunció ayer que Francia perdonará la deuda a los 35 países más pobres del mundo y que supera los 16.000 millones de francos (305.000 millones de pesetas).Ante la cumbre de países francófonos reunida en Dakar, la capital de Senegal, Mitterrand dijo que antes de final de año un proyecto de ley destinado a anular la deuda será enviado a la Asamblea Nacional francesa, donde los socialistas cuentan con mayoría relativa. El proyecto contará previsiblemente con el apoyo comunista, por lo que su aprobación no presentará problemas. De este modo, el perdón de la deuda que mantienen con Francia los 35 países más pobres y endeudados del mundo -entre ellos numerosos africanos- podrá hacerse efectivo el primero de enero de 1990.

La iniciativa del presidente socialista francés se produce menos de una semana después de que Mitterrand situara la búsqueda de una solución a la deuda del Tercer Mundo entre las prioridades de la política exterior de París. En la primera conferencia de prensa de su segundo septenio, Mitterrand calificó el pasado jueves el problema de la deuda de "dramático" y aseguró que Francia dedicará sus esfuerzos a reducir la fosa que separa a los países ricos de los pobres". "Es preciso", dijo, "cambiar la tendencia y acabar con un cierto colonialismo de los intercambios".

Mitterrand planteará también el tema de la deuda externa en la cumbre de los siete países más industrializados, que se reunirá en París a mediados de julio.

A finales del año pasado, Francia tomó ya la delantera al ofrecer una reducción voluntaria de la deuda. Japón propuso después medidas en el mismo sentido y ambas iniciativas fueron recogidas por el nuevo secretario del Tesoro norteamericano, Nicholas Brady, que aceptó el principio de la reducción. La posición francesa, expresada por Mitterrand a finales del pasado mes de marzo en París a los ministros de Finanzas de los países latinoamericanos, se basa en que las nuevas operaciones destinadas a reducir el peso de la deuda deben ser financiadas por una emisión de derechos especiales de giro del FMI. Francia apoya también la propuesta japonesa de otorgar préstamos financiados con su excedente comercial y respalda la concesión a los bancos privados de beneficios fiscales a cambio de la anulación de parte de la deuda.

A la tercera cumbre de países francófonos, que se abrió ayer en Dakar, asisten unos 40 países. Destaca la ausencia de Mauritania, a causa de los recientes enfrentamientos étnicos con Senegal, el país anfitrión.