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CHINA HIERVE

Fuerte división en las altas esferas del poder chino

La grave crisis política que vive China desde hace una semana ha dividido completamente a sus dirigentes, y no pocos analistas insisten en que los conservadores no han conseguido derrotar por completo a los más reformistas. Las autoridades tampoco lograron aplicar ayer la ley marcial, vigente desde el pasado sábado en ocho distritos de Pekín, ni desalojar a los estudiantes de la célebre plaza de Tiananmen. Las tropas continúan en las afueras de la ciudad en espera de recibir órdenes.

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[Alrededor de 40 personas resultaron heridas anoche (madrugada de hoy en China) durante un enfrentamiento entre soldados chinos y estudiantes en el distrito de Fengtai, al sur de Pekín, informa France Press.]Un grupo de siete destacados generales, entre ellos un ex ministro de Defensa y un antiguo jefe del Alto Estado Mayor, han enviado, al parecer, una carta a Diario del Pueblo, el órgano oficial del partido, en la que muestran su oposición al despliegue de tropas y al eventual recurso a la fuerza, según indicaban ayer varios carteles colocados en diversos lugares de Pekín. Ese sentimiento es compartido por algunos jefes de las unidades militares enviadas a la ciudad, aunque se ignora si llegarán a declararse en rebeldía en el caso de que definitivamente el Gobierno transmita las instrucciones de asalto. Los estudiantes han pedido a los obreros que regresen a sus puestos de trabajo para que las fuerzas de seguridad no tengan motivo para reprimir el movimiento.

Los jóvenes, que dan muestras de cansancio y de cierta desorientación respecto a los pasos siguientes que deben tomar, han solicitado al primer ministro, Li Peng, que se reúna de nuevo con sus dirigentes para llegar a un acuerdo sobre la derogación de la ley marcial y la retirada de tropas, que siguen bloqueadas en la periferia.

Otras fuentes estudiantiles afirman que sus líderes pedirán a Li Peng que dimita y exigirán que Zhao Ziyang vuelva de nuevo a la secretaría general del partido. Otra de las peticiones que baraja ahora el movimiento estudiantil es la convocatoria de una reunión extraordinaria de la Asamblea Nacional Popular, a mediados del mes próximo, para introducir en la Constitución un sistema democrático para la elección de parlamentarios.

La situación continuaba anoche siendo bastante confusa. Millares de personas, posiblemente forzadas a salir del horno de sus casas por la elevada temperatura que se registra en Pekín, se volcaron en bicicleta hacia Tiananmen. A las diez de la noche, varios camiones con obreros se dirigían a la plaza ondeando alguna bandera y un pequeño batallón de jóvenes motorizados bien vestidos iba y venía por las arterias principales, ganándose insulsamente los aplausos de la gente, ignorante tal vez de que son personas dedicadas al mercado negro de divisas y que no son precisamente quienes más pueden quejarse de la difícil situación económica que atraviesa el país.

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Controles en Wuhan

Mientras tanto, en Wuhan, una importante ciudad industrial del centro de China, fue impuesto un "control similar a la ley marcial", debido a que un grupo de estudiantes. realizó una sentada en el puente sobre el Changjiang (Yangtsé) que produjo un colapso circulatorio de más de 30.000 bicicletas, según anunció la televisión estatal.

El Diario del Pueblo publicaba ayer en primera página dos informaciones, un tanto contradictorias, que son señal de que la batalla dentro del partido no ha terminado, pese a los continuos comunicados de adhesión al discurso que pronunció el primer ministro, Li Peng, el viernes en el que anunciaba las medidas de excepción. Una de ellas atacaba con dureza a los estudiantes por crear un caos público. Otra recogía una declaración del primer ministro húngaro según la cual una de las características más odiosas del estalinismo soviético ha sido el recurso a la fuerza.

Algunos rumores apuntan a que el número uno, Deng Xiaoping, aconsejó a Li Peng que actúe con moderación. La actual parálisis no beneficia al primer ministro y no es descartable que en China la línea reformista de Zhao Ziyang remonte.

El Gobierno sigue haciendo llamamientos a la población para que permita a las fuerzas armadas restaurar el orden dentro de la ciudad y recurre a cualquier artimaña para ganarse más adeptos. Ayer, el telediario difundió una carta de la viuda del fallecido primer ministro Zhou Enlai defendiendo la presencia de soldados en Pekín. Por la mañana sobrevolaron la ciudad varios helicópteros que lanzaban octavillas dirigidas "al pueblo de Pekín", en las que se comunicaban 20 consignas para "detener con resolución los desórdenes".

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