El presidente del Gobierno inicia en Bonn su recorrido para preparar la 'cumbre' europea

El presidente del Gobierno, Felipe González, inicia hoy en Bonn la primera visita de las ocho que tiene previstas a capitales europeas para preparar el Consejo Europeo que se celebrará en Madrid a finales de junio, una de las cumbres con un orden del día más cargado de la historia de la CE.

Después de haberse entrevistado el jueves con su homólogo belga Wilfried Martens y hoy con Helmut Kohl, González aprovechará la cumbre de la OTAN para reunirse con los jefes de Gobierno de Dinamarca, Grecia y Luxemburgo, y después se desplazará a otras seis capitales europeas (Dublín, Lisboa, París, Roma, Londres y La Haya).La dedicación del jefe del Gobierno a su cometido comunitario, que le impedirá participar de lleno en la campaña para las elecciones europeas, se explica no sólo por la abundancia de temas a tratar en la capital de España a finales de junio, sino por el carácter conflictivo de varios puntos del orden del día de la cumbre.

A su paso por Bruselas en marzo, y más recientemente al recibir a Martens, González insistió en que el debate sobre la unión, monetaria de la CE, propuesto por un comité de sabios en cabezado por el presidente Jacques Delors, "será muy complejo", y a propósito del acerca miento de los regímenes fiscales vigentes en los doce, el presidente reconoció: "Decir que lo lograre mos no sería ser fiel a la realidad".

La reunión informal que los ministros comunitarios de Economía y Hacienda han celebrado este fin de semana en la Costa Brava facilitará, sin embargo, discusión en la cumbre de Madrid porque se ha empezado a vislum brar un compromiso sobre la aproximación de los tipos del Im puesto sobre el Valor Añadido (IVA) y se ha acordado poner en marcha la primera fase del proyecto de unión monetaria.

En Madrid, los jefes de Estado y de Gobierno de los doce confirmarán, sin duda, la decisión de, según la expresión de un diplomático, "poner un dedo en un engranaje" que a largo plazo conduce a la creación de un banco central europeo y de una moneda única para los doce, pero es, en cambio, harto dificil que superen las divergencias de sus ministros sobre la armonización de la fiscalidad sobre el ahorro ni sobre otras cuestiones polémicos.

Entre estas últimas, destacan la eventual reforma institucional, la supresión de las fronteras físicas y la dimensión social del Mercado único de 1993, que quedaría plasmada en la Carta de los Derechos Sociales, presentada la semana pasada por la Comisión Europea, pero contra la que la primera ministra británica, Margaret Thatcher, no para de arremeter.

Mientras, Francia está impaciente por hacerse cargo de la presidencia de la CE, a juzgar por la iniciativa de su presidente, François Mitterrand, que ya el 11 de mayo convocó al primer ministro y a otros cinco miembros del Gabinete para celebrar en el palacio del Elíseo una reunión de trabajo con el presidente Delors. Todos ellos reeditarán la experiencia el 20 de junio, una semana antes de la cumbre de Madrid, y el 1 de julio París estrenará su semestre al frente de la CE recibiendo a toda la Comisión Europea.