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Un puñal por la espalda

El letrado de una profesora pide dos años de prisión para un brillante alumno que la agredió

"Desde que ocurrió aquello, mi marido y yo estamos que no vivimos. Mi hijo está desilusionado; su situación es muy dura: se encuentra solo, sin posibilidad de estudiar con sus amigos, y rechazado por todos los institutos de la zona". Quien así expresa su desolación es Angustias Porcuna, madre de Juan Alberto Gómez, un joven de 17 años a quien su ex profesora de Historia, María del Carmen Galisteo, demanda ahora -a través del letrado de la acusación particular- dos años y seis meses de prisión menor y un millón de peseta en concepto de responsabilidad civil.

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Juan Alberto, un alumno estudioso e introvertido, según opinan de él compañeros de clase, clavó un cuchillo de cocina en el omóplato a Carmen Galisteo, el pasado 30 de mayo de 1988, al finalizar la clase de Historia. Galisteo departía en ese momento con otros alumnos cuando sintió una especie de pinchazo en la espalda, miró hacia atrás y se vio el cuchillo clavado. Empezó a gritar y Juan Alberto huyó despavorido del aula.Horas después fue detenido en un descampado, y el juez decretó su ingreso en el arresto municipal de Torredonjimeno (Jaén), donde radica el instituto de bachillerato Santo Rostro, escenario de la agresión y en el que Juan Alberto cursaba tercero de BUP. Hasta ese día con brillantes calificaciones, salvo en la asignatura de Historia. Tras los hechos, confesó a su abogado que no recordaba nada. Una nebulosa, aún sin despejar, se cierne sobre el motivo de la agresión.

Juan Alberto fue expulsado "de forma irregular del instituto", afirma su abogado, Pablo Cortecero. Tuvo que examinarse nuevamente en junio de 1988 de todas las asignaturas de tercero de BUP en el Instituto de Bachillerato a Distancia (IBAD), a pesar de que había superado con buena nota la mayoría de los controles parciales. Al final, sólo le quedó la asignatura de Física.

El calvario familiar se iniciaría meses después, en septiembre. Ningún instituto de la zona, que comprende a Martos, Torredelcampo y Torredonjimeno, aceptó su matrícula. "Hijo mío, no te quieren en ningún sitio; la única posibilidad que tienes es matricularte en el IBAD", dijo entonces su padre, Juan Gómez, tras intentar infructuosamente que, al menos, algún instituto próximo a Torredonjimeno lo admitiera. El consejo escolar del instituto de Torredelcampo rechazó a Juan Alberto argumentando que "está incurso en un proceso penal".

La Delegación de Educación de la Junta de Andalucía en Jaén comunicó a los padres la obligación del centro, distanciado ocho kilómetros de Torredonjimeno, de admitir a Juan Alberto si éste así lo deseaba. Los padres de Juan Alberto no se plantearon la readmisión del alumno en el instituto de su pueblo. "¿Cómo lo voy a llevar allí, si los profesores no lo aceptan y lo único que puede ocurrir es que lo maltraten?", dijo Angustias Porcuna. Ésta dice que sólo encontró consuelo en el sacerdote Pedro González, director del instituto de enseñanza media Padres Franciscanos, de carácter privado y situado en Martos.

Inteligente y cohibido

Finalmente, fue admitido en el IBAD, donde este año cursa COU, y ha superado la asignatura pendiente de tercero de BUP. Su profesor de Matemáticas opina así de él: "Es un muchacho inteligente. En la primera evaluación me sacó un 9,5; en la segunda dio un bajón, sacó un 4,5; ahora ha aprobado la tercera con un 5,5 y creo que va bastante bien en las demás asignaturas. Da la impresión", prosigue este profesor, "de que se siente cohibido en las relaciones con sus compañeros".

Cuando así se explicaba en los pasillos del IBAD este docente, apareció Juan Alberto: "No, no. Yo no quiero decir nada", señaló con timidez el alumno a EL PAÍS, y desapareció por los pasillos. Manuel Alhambra, director del IBAD, está convencido de que "aquello [la agresión] fue un lapsus", ya que "el comportamiento del chaval es estupendo".

La profesora, María del Carmen Galisteo ha declinado hacer ningún comentario sobre lo ocurrido el pasado 30 de mayo.

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