Detenidos en Málaga tres italianos tras atracar dos bancos y herir a un policía

Tres italianos fueron detenidos ayer en Málaga después de atracar dos entidades bancarias, herir gravemente a un policía del Cuerpo Nacional y tomar como rehenes a cinco personas. Aunque aún no ha sido confirmado, la policía cree que los detenidos pueden ser los integrantes de la llamada banda del Fiat Uno, a la que se imputa media docena de atracos en los últimos dos meses, con un botín estimado en 50 millones de pesetas.El primero de los atracos sucedió a las 9.10 horas en una sucursal de la Caja de Ahorras de Ronda, en la céntrica calle de Carretería. Cinco minutos después se produjo un segundo atraco muy cerca de este lugar, en la sucursal de la Caja de Ahorros Provincial de la calle del Duque de Rivas. Cuando dos atracadores salían de la entidad con su botín se encontraron con una patrulla de la policía que había sido alertada. Los atracadores, que iban encapuchados, volvieron a entrar en el banco y salieron con tres rehenes.

Algunos testigos precisaron que uno de los atracadores llevaba una chica -Esperanza Tena, de 18 años, estudiante de peluquería- cogida por los pelos mientras disparaba contra la policía.

Uno de los disparos de los atracadores alcanzó en el abdomen Antonio Tena Soriano, dé 38 años. Fue intervenido en el hospital Carlos Haya, y según el parte facultativo presentaba una herida de bala en el intestino delgado con siete perforaciones. El proyectil estaba aún alojado en su cuerpo. El pronóstico es grave, aunque no se teme por su vida.

Los dos atracadores consiguieron alcanzar el coche donde les esperaba una tercera persona y emprendieron la huida hacia las afueras, disparando sin cesar contra sus perseguidores. La huida del automóvil concluyó bruscamente al no respetar los atracadores una señal de stop y estrellarse contra un vehículo todo terreno en el que iban cuatro personas. Como consecuencia de la colisión resultaron heridos leves el conductor del todo terreno y uno de los atracadores.

Tras el accidente, abandonaron el coche y se dispersaron. Dos de ellos se refugiaron en una tienda de recambios de automóviles. Allí tomaron como rehenes al propietario y a una segunda persona, a las que pidieron que llamaran a un juez y a un periodista. Después de varios minutos, la policía lanzó gases lacrimógenos al interior de la tienda, y los atracadores se entregaron. El tercero de ellos fue detenido en la calle después de un tiroteo.