Los ministros de Agricultura de la CE apoyan la calidad basada en la demanda

ENVIADO ESPECIAL, El consejo informal de ministros de Agricultura de la Comunidad Europea (CE) celebrado en Salamanca concluyó ayer con un apoyo mayoritario a una política de calidad de los productos basada en la demanda. Sólo el Reino Unido y Holanda plantearon objeciones a esta iniciativa española. La presidencia francesa, que sucederá a España al frente de la CE, se ha comprometido a continuar por este camino y a plantear las primeras medidas en otoño. A la Comisión Europea le corresponde ahora elaborar propuestas concretas.

El debate realizado ayer en Salamanca supone un primer atisbo de una política agrícola comunitaria fundamentada en una demanda diversificada capaz de exigir calidad y pagarla. Esta necesidad creciente para una parte de los consumidores con mayores rentas ya cuenta con protección en diversos países europeos, pero desde la óptica comunitaria no tiene ningún respaldo reglamentario. Hasta ahora, la CE se ha limitado a una política de oferta y normalización de productos, sin un marco que responda a los intereses del consumidor.El presidente de la reunión, Carlos Romero, destacó que la calidad alimentaría es "un instrumento de desarrollo con gran importancia de cara al Mercado Único". El ministro francés, Henri Nallet, que expresó el apoyo de su Gobierno a esta iniciativa, declaró que la creación de un nuevo marco normativo de este tipo servirá para que "los agricultores y los consumidores europeos tengan la garantía de que bajo el pretexto del mercado unificado de 1992 no se podrá fabricar no importa qué ni dónde".

Para Romero, la calidad de los productos va a ser un elemento eficaz contra los excedentes agrícolas en la CE y favorecerá la diversificación de producciones y la especialización, incluidas en ésta la protección de los cultivos tradicionales y la agricultura biológica. "El agricultor debe estar protegido contra la imitación".

El modelo comunitario a desarrollar no está definido, aunque la CE cuenta ya con la existencia de denominaciones de origen para el vino, lo cual hace más fácil extender este tipo de normativa protectora a otros productos.

Según el ministro español, Francia, Irlanda e Italia, países que sucederán a España al frente de la Comunidad, se han comprometido a impulsar esta iniciativa en un proceso que llevará tiempo. Hasta ahora los ministros no han hecho sino iniciar un debate. Faltan todavía propuestas y acuerdos.

Aunque el apoyo es mayoritario, el representante del Reino Unido, John MacGregor, se opuso al apoyo de denominaciones de origen, productos tradicionales y cultivos biológicos o naturales por entender que es poner trabas al libre juego del mercado.

El ministro holandés, Gerrit Braks, expuso objeciones parecidas a pesar del memorándum suscrito hace meses por su Gobierno a favor de una política de identificación de productos.