Palomar y Bote creen que se merecen más actuaciones

Dos de los espadas que hacen el paseíllo esta tarde, José Luis Palomar y José Luis Bote, coinciden en que merecían mayor número de actuaciones en la feria. El tercero, Rafael Perca El Boni, que también goza hoy de su única oportunidad en el abono, se contenta con ello "y gracias", según afirma. Lidiarán toros portugueses de Murteira Grave.Palomar cortó una oreja, precisamente a un toro de Murteira, en la feria de 1988, que le ayudó mucho en lo que él llama su temporada de recuperación, aunque estima que los triunfos en Madrid sirven menos cuando no se pertenece a una de las casas grandes. "Los despachos siguen mandando más que los éxitos en el ruedo", proclama. El soriano, de 37 años, cree que su historial taurino, con dos salidas a hombros en Madrid y otros importantes éxitos, justificaba un mejor trato en el abono.

Con una actitud entre pasota y resignada añade: "Con el tiempo vas perdiendo ilusiones y te aferras a la realidad aunque no te guste". Tal vez por ello no ve muy lejana su retirada, aunque piensa añadir algunas otras medallas a su carrera: "Por ejemplo, salir de nuevo por la puerta grande de Las Ventas".

"Soy un torero joven, madrileño, del gusto de esta afición y con varios éxitos en Las Ventas desde el de la feria última hasta los de mis tiempos de la escuela". Esas son las razones que expone José Luis Bote, 20 años y dos de alternativa, para reclamar al menos otra tarde en el ciclo isidril. Coincide también con Palomar en señalar que los triunfos en Madrid tampoco son decisivos para los que no están en manos de los apoderados-empresarios fuertes. Bote aprovecha para echar un capote a su amigo El Fundi, del que considera todavía más injusta su exclusión de la feria, y se resigna: "Por desgracia, las injustas estructuras de la fiesta no hay quien las cambie".

Mucho más optimista se encuentra El Boni, que hace un par de meses ni soñaba con intervenir en la feria. Pero se apuntó y salió triunfador de las denominadas corridas de la oportunidad, celebradas en el pasado mes de marzo en Las Ventas, y hoy recoge su premio y cumple el sueño de su vida a sus 26 años. El espada tomó la alternativa en la primera de las citadas corridas.

"A mí esto me parece un milagro", añade, "porque aunque siempre he sido un enamorado de mi profesión, tenía que dedicarme a trabajos publicitarios, a instalar antenas parabólicas y a todo lo que podía. Por eso, sólo el pensar que con un poco de suerte hoy podré dedicarme en el futuro a lo que más me gusta, torear, me emociona".