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La falta de autobuses y los cortes de tráfico realizados por empleados de la EMT causaron enormes atascos

El incumplimiento de los servicios mínimos de la huelga de la EMT y los cortes de tráfico provocados por los empleados de la compañía en el paseo de la Castellana, Cibeles, y la Puerta del Sol congestionaron ayer de nuevo la circulación rodada en Madrid. En la calle de Alcántara, donde se encuentran las oficinas de la compañía, la policía cargó contra los manifestantes, entre los que se registraron tres heridos. El comité de huelga ha anunciado que si no se llega a un acuerdo en el convenio, para lo que se ha pedido la mediación del alcalde, habrá nuevos paros los próximos días 10 y 11.

El tráfico madrileño volvió a padecer ayer las consecuencias de la huelga de la EMT y la falta de acuerdo sobre servicios mínimos, que no existieron, entre trabajadores y dirección de la empresa. En protesta por los elevados servicios mínimos propuestos por la empresa, los trabajadores impidieron que ningún autobús abandonara las cocheras. La falta de este medio de transporte repercutió en la densidad de tráfico, que se incrementó en las carreteras de acceso a la capital en un 5% sobre el número habitual de vehículos, según fuentes de la policía municipal.Sin embargo, los embotellamientos alcanzaron una gravedad considerable en el centro de: la ciudad. A partir de las 10.30 de la mañana, varios centenares de trabajadores de la EMT desfilaron en manifestación desde las cocheras de Fuencarral, a lo largo de todo el Paseo de la Castellana, hasta la Puerta del Sol. La marcha discurrió por la calzada, lo que provocó importantes retenciones de la circulación.

En la plaza de Cibeles se reunieron otros grupos de trabajadores que venían de las cocheras que la EMT tiene en Buenavista, la Elipa y Entrevías. El grupo, muy reforzado en, sus efectivos, continuó cortando el tráfico mientras subían por la calzada de la calle de Alcalá hasta la Puerta del Sol.

Allí fueron detenidos por una muralla policial, formada por agentes armados con material antidisturbios, a pie y a caballo. Las fuerzas del orden público sólo permitieron, tras mucho discutir, que una comisión de: cinco huelguistas siguiera por la calle Mayor hasta el edificio del Ayuntamiento, fuertemente protegido también por la policía, para intentar entrevistarse con el alcalde, Juan Barranco, y solicitarle que mediara en las futuras negociaciones del convenio colectivo.

Representantes del comité de huelga acusaron al gerente de la EMT, José Luis Montemayor, de ser el responsable directo de las huelgas y de la ruptura de las negociaciones, por mantener "una política represiva hacia los trabajadores y fomentar las tensiones en el colectivo", según afirmó Bernardo López, de UGT.

Tres heridos

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Los incidentes más graves se produjeron, entre 10.00 y 10.30 de la mañana, en las oficinas de la EMT, situadas en la calle Alcántara, cuando agentes de la policía abrieron por la fuerza un pasillo entre los manifestantes para que pudieran entrar a las oficinas algunos empleados. Los empujones entre trabajadores y fuerzas de orden público desembocaron en una carga policial, con el resultado de tres empleados contusionados, uno de ellos un delegado sindical, que fueron trasladados a la Casa de Socorro, aunque su estado no era grave.Tras las tres jornadas de paro, el comité de huelga espera la reanudación de las negociaciones con la empresa. Un portavoz de los trabajadores anunció que, si no se llega a un acuerdo, habrá nuevas paros los días 10 y 11 de mayo.

El concejal de Circulación, Eugenio Morales, volvió a acusar ayer a los huelguistas -como ya hizo en los paros de los días 19 y 27 de abril-, de coaccionar los empleados que no querían sumarse a la huelga, no permitiéndoles la entrada a sus puestos de trabajo ni la salida de los autobuses asignados a los servicios mínimos. Morales repitió que la última oferta de la empresa "resiste la comparación con los convenios firmados o a punto de firmarse en el sector del transporte", por lo que el Ayuntamiento está sorprendido de que no se haya llegado aún a acuerdo alguno.

Al contrario, Ramón Alonso, miembro del comité de huelga por CC OO, declaró que la oferta municipal no se tiene de pié: "Nos han ofrecido un convenio a tres años, con incrementos salariales del IPC más algo más, sin concretar que es ese algo más. También han ofrecido que en estos tres años se reduzca la jornada laboral y se amplíe la plantilla, pero también sin concretar cifras. No se puede firmar un convenio sin saber lo que estás firmando".

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