Sobresaliente del FMI

EL INFORME preliminar que el Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de terminar sobre la economía española supone el apoyo más rotundo dado en época alguna a la política económica de los socialistas; apenas existe un pero significativo a la acción del Ejecutivo. Si el FMI fuese considerado un árbitro independiente, la disputa que mantienen los sindicatos con Felipe González y su equipo económico la hubiera ganado este último por una goleada mayor que la que el Milán propinó recientemente al Real Madrid.Sucede, sin embargo, que no lo es, ya que su actividad teórica se caracteriza por guardar la ortodoxia de los grandes números, sin analizar los efectos sociales que tales equi.librios macroeconómicos comportan. Así, los fenómenos de la redistribución de la renta y de la riqueza no sólo no son contemplados -y, por consiguiente, el informe es incompleto-, sino que incluso el FMI recomienda políticas "que eviten la temprana desaparición de los comparativamente menores costes laborales españoles, los cuales constituyen un poderoso incentivo a la inversión extranjera".

Establecidos estos límites, las conclusiones de la visita que los miembros del FMI han hecho a España son muy satisfactorias por lo logrado -crecimientos de la producción, la inversión y el empleo, que fueron superiores a los experimentados por los otros países- a causa de factores exógenos tales como la, fortaleza del conjunto de la economía mundial, pero, sobre todo, como fruto "de las políticas introducidas en los últimos años, que han permitido a España aprovechar todas las ventajas de su adhesión a la CE".

La principal hipoteca que el FMI ve para el futuro español es el resurgimiento de la inflación; las recomendaciones del informe lo son para evitar que el progreso conseguido durante los últimos seis años en la limitación de los precios quede anulado. El Fondo, caracterizado desde siempre por su hálito monetarista, pide en esta ocasión un mayor protagonismo fiscal y un esfuerzo superior en el control del déficit público, que no ha producido ningún resultado en el desequilibrio estructural de las cuentas públicas.

Conocido el estudio anual del Fondo, es una lástima la inexistencia de algún informe complementario del mismo tipo que analice con igual rigor las políticas de redistribución y de calidad de vida, sin duda mucho más cuestionables para la Administración.