El Papa beatifica a una malgache que logró hacer bautizar a su marido infiel

El Papa beatificó ayer en Antananarivo, ante medio millón de personas, a Victoire Rasoamanarivo, tina católica malgache que, a finales del siglo pasado aseguró la supervivencia de la iglesia en Madagascar, cuando los misioneros católicos fueron expulsados del país, regido entonces por autoridades protestantes.Según relató Juan Pablo II, Victoire Rasoamanarivo mantuvo sus "preciosas cualidades femeninas" a pesar de la persecución de los católicos y de su boda con un miembro de la casa real conocido por su alcoholismo e infidelidad. "Con la ayuda de la gracia respetó a su cónyuge contra todo, le fue fiel, en el deseo de que volviese a Cristo, y tuvo el consuelo de verle, al final, aceptar el bautismo", declaró el Papa. Victoire, que se convierte en la primera malgache beatificada, estaba emparentada con la dinastía real Merina, que gobernó en el siglo XIX en Madagascar. La malgache organizó, tras la expulsión de los sacerdotes católicos del país, en 1883, la Unión Católica, que permitió la conservación de una importante comunidad católica en el país.

El Papa concelebró la misa de beatifización, con la jerarquía católica, con los prelados que le acompañan habitualmente y con numerosos sacerdotes llegados desde zonas recónditas del país. Al acto de beatificación, que concentró junto al papa a la mayor multitud desde el inicio de esta quinta gira por países africanos, asistieron el presidente, Didier Ratsiraka, y cuatro líderes opositores. Ratsiraka encabeza un Gobierno socialista seguidor de la política económica del FMI.