Sospechas en Viena de la implicación de médicos en el caso del pabellón 5

Los asesinatos del pabellón 5 del hospital Lainz en Viena se han convertido en una avalancha imposible de detener, que afecta a otras secciones de este complejo sanitario y que compromete no sólo a enfermeras sino también a médicos. La policía vienesa investiga desde ayer la misteriosa muerte de una anciana, ocurrida la semana pasada, que gozaba de buen estado de salud en el hogar de ancianos de ese mismo hospital.Según el informe forense, entregado a los investigadores del caso de Lainz, en el cadáver de la anciana se encontraron restos de un fármaco con dioxina. También se ha agregado un nuevo caso de muerte sospechosa ocurrido en marzo de este año, en el pabellón 3. El paciente Franz Brunner, entonces de 74 años, falleció cuando se encontraba en franca mejoría. Su viuda presentó una querella a los pocos días de la muerte, acción judicial que sólo ahora se ha agilizado.

Mientras, ha causado conmoción en Austria un reportaje fotográfico publicado por una revista alemana, que muestra la jefa del escuadrón de la muerte, Waltraud Wagner, responsable de la muerte de al menos 49 pacientes, en brazos de un médico jefe de esa sección, con varios vasos de champán al lado. Otra foto muestra a Traude besándose con el doctor Wafhnigg, el joven médico que hace un año, a pesar de estar al corriente de los rumores de los asesinatos, se negó a cooperar con la policía. El diario Kurier titulaba ayer Escenas de amor y champán junto a los moribundos. Las fotos fueron tomadas en la sala de enfermería de ese pabellón.

Las cuatro auxiliares sanitarias acusadas de los crímenes han rectificado sus declaraciones y reducido el número de las víctimas y están siendo defendidas por un numeroso equipo integrado por los más prominentes abogados de Viena. Se prevé que recibirán condenas menores por no poder probarse los asesinatos que cometieron. La ley austriaca sólo reconoce un crimen si hay pruebas y considera insuficientes las confesiones. En este caso será muy difícil la identificación de restos de medicamentos en los cadáveres que están siendo exhumados en estos días.