Occhetto, en Barcelona

LA VISITA que hoy inicia Achille Occhetto a la capital catalana se inscribe en una serie de viajes que ha realizado para tomar contacto con diversos líderes de la izquierda europea (Willy Brandt y Lafontaine en Bonn, Gorbachov en Moscú y Paul Mauroy en París) mientras prepara su visita a Estados Unidos. Esta acción internacional es un importante aspecto de la renovación profunda que el Partido Comunista Italiano (PCI) realizó en su último congreso. El papel de Occhetto, que llegó a la dirección cuando los comunistas estaban al borde de la escisión, ha sido esencial para el anhelo de convertir al PCI en uno de los componentes claves de la izquierda en Europa, asociando su actividad a la de los grandes partidos socialistas occidentales y sin perder su originalidad. Con la esperanza, en definitiva, de que pueda nacer una izquierda europea plural, capaz de influir sobre los destinos de la CE.Por ello, los viajes de Occhetto -al margen de un objetivo propagandístico obvio cuando en todos los países se inicia la campaña de las elecciones europeas de junio- reflejan el deseo de impulsar un debate entre las diversas fuerzas que componen, al menos en teoría, la izquierda. El predominio de las fuerzas conservadoras y neoliberales ha caracterizado en los últimos tiempos la vida política de nuestro continente, con las excepciones española y griega. Pero las últimas elecciones regionales y locales en la RFA,.y fenómenos semejantes en otros países de la CE, indican que la izquierda resurge. En ese marco se entiende que Occhetto visite precisamente Barcelona en su primer viaje a España, al menos como secretario general. Ante el cuadro poco estimulante que presenta hoy el movimiento comunista español, el PSUC es el partido en el que pueden encontrar una acogida más favorable las ideas de europeísmo y reformismo fuerte que hoy propugna el PCI. No se debe olvidar que Cataluña ofrece condiciones más adecuadas para el diálogo con los socialistas, cuestión prioritaria para Occhetto.