Un periodista de un canal de televisión japonés viajará a la estación orbital 'Mir'
La cadena de televisión privada japonesa Tokio Broadcasting System (TBS) ha firmado un acuerdo con la agencia espacial de la URSS, Glavcosmos, para enviar en 1991 a un periodista japonés a la estación orbital soviética Mir. El anuncio del contrato, que puede ascender a 1.600 millones de yenes (más de 1.400 millones de pesetas), ha provocado la polémica en la Prensa soviética entre defensores y detractores de la venta de esta primicia a un extranjero.El vuelo del primer periodista espacial, aún sin seleccionar, durará ocho días. Desde la estación Mir transmitirá diariamente en televisión y radio, y al regreso escribirá un libro. La elección del periodista-astronauta se realizará entre 40 aspirantes de la TBS que cumplan los requisitos de los firmantes del contrato. Será un hombre o mujer entre 30 y 40 años que se ajuste a los parámetros, sobre todo médicos, exigidos por Glavcosmos, capacitado para escribir, hacer fotografías y filmaciones. Sobre seis aspirantes seleccionados, los soviéticos determinarán quiénes serán los dos que durante dos años se prepararán para el vuelo. Como es habitual, sólo en vísperas del lanzamiento se conocerá quién va y quién se queda.
"Colaboramos con Glavcosmos desde 1982 y hemos realizado varios programas sobre la cosmonáutica de la URSS que los telespectadores han seguido con enorme interés", ha declarado Tosio Nakanisi, jefe de noticias especiales de TBS. "Teníamos hace tiempo la idea de realizar un reportaje en directo desde allí".
El contrato, según datos sin confirmar, costará a los japoneses alrededor de 1.600 millones de yenes (más de 140.000 millones de pesetas). La Prensa soviética defiende, por un lado, la operación, que paliará el peso económico de la aventura espacial. Otros consideran un ataque contra la dignidad el que se venda el primer vuelo a un periodista extranjero, según Komsomolskaya Pravda. [El diario Pravda, órgano del partido comunista, ha pedido el replanteamiento del programa espacial de la URSS, calificando algunos proyectos como el del cohete Buran de vagos y caros, informa Reuter].
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