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LA AGITACIÓN NACIONALISTA EN LA U.R.S.S.

El tiempo no perdona

La socióloga Galina Starovoitova critica la estructura territorial jerarquizada soviética

Pilar Bonet

La estructura territorial jerarquizada del Estado soviético produce problemas como el de Nagorno-Karabaj o el de Abjasia, ya que no está de acuerdo con la idea de igualdad de derechos entre los pueblos de la URS S, según la etnógrafa y socióloga Galina Starovoitova, partidaria de la creación de un mecanismo jurídico que garantice la representación de todos los pueblos y nacionalidades de la URS S en el Parlamento. Galina Starovoitova, a quien EL PAÍS entrevistó en Moscú, es una de las científicas que preparan el pleno del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) sobre cuestiones nacionales.

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El caso de Nagorno-Karabaj

Starovoitova, procedente de Leningrado, es socia del club de elite Tribuna de Moscú, donde asume un papel protagonista en la campaña por la liberación de los activisitas del Comité de Nagorno-Karabaj. En diciembre acompañó al premio Nobel de la Paz Nobel Andrei Sajarov en su misión de reconocimiento por el Cáucaso.Su tema, ante un pleno que podría demorarse hasta otoño, son los grupos étnicos inmersos en un.medio ajeno y los sin forma estatal, lo que en la URSS, con más de 100 nacionalidades en 15 repúblicas federadas y 38 unidades autónomas subordinadas, afecta a conjuntos como alemanes, tártaros de Crimea, gagauzos o kurdos.

Los grupos de trabajo que preparan el pleno están dispersos en diferentes institutos y trabajan de forma aislada, dice Starovoitova. Cada uno presenta propuestas al Comité Central, de donde deben salir las tesis. "Las propuestas más radicales vienen de los líderes del Movimiento Popular del Báltico, empezando con la idea de gestión económica regional [josrachot], de confederación y de renovación del tratado de la unión de 1922".

"El pleno no puede resolver todos los problemas acumulados sobre las nacionalidades. La principal dificultad es elaborar propuestas de perfeccionamiento del regimen estatal-nacional, cuestiones legales y la forma óptima de representación de los distintos pueblos en los órganos de poder. Además está el problema de la renovación del tratado de la Unión de 1922, base de la URSS como Estado federado. Desde entonces, la cantidad de sujetos jurídicos que forman parte de la URSS ha cambiado. El tratado fue firmado por la federación de Transcaucasia, que ya no existe, y en su lugar hay hoy tres repúblicas soberanas: Georgia, Azerbaiyán y Armenia, que individualmente no han firmado, como tampoco las repúblicas del Báltico, que se incorporaron a la URSS en 1940". Cree Starovoitova que el tratado "debería especificar aquellas funciones políticas, culturales y económicas que las repúblicas, como partes soberanas, se reservan para sí y las que delegan en el Gobierno central federal. El Estado federal puede tender hacia el unitarismo o hacia la confederación. Entre nosotros, la primera tendencia y las fuentes, hasta cierto punto, están en el tratado de 1922. Muchas funciones de las repúblicas fueron suprimidas en beneficio del Gobierno central, aunque el unitarismo al que se llegó en la práctica en las últimas décadas no estaba previsto."

Estructura escalonada

"A principios de los veinte, Stalin era el máximo especialista en cuestiones nacionales, e influyó fuertemente en el contenido del tratado y la política consiguiente", añade. "Stalin logró realizar su plan de autonomización en contra de los planes de federalismo de Lenin, y por eso, aunque tenemos un conjunto de repúblicas federadas, la estructura del Estado es escalonada y jerárquica. Tenemos cuatro niveles de formaciones administrativas [repúblicas federadas, repúblicas autónomas, regiones autónomas y distritos autónomos], y los derechos están divididos según el rango, de tal modo que algunos pueblos están subordinados a otros. Por ejemplo, en Georgia hay tres formaciones distintas: las repúblicas autónomas de Abjasi y Adjaria y la región autónoma de Osetia meridional, y en Azerbaiyán Haz, la región autónoma de Nagorno-Karabaj." El último brote de nacionalismo en el Cáucaso que enfrenta a abjasos y georgia nos, le parece a Starovoitova efecto de la subordinación de unos pueblos a otros. "El manteninúento del status quo a cualquier precio y por la fuerza no es un método eficaz de resolución de un problema nacional. En época de Jruschov, cuando se aspiraba a elevar el estado de las repúblicas federadas, se linátaron los derechos de las formaciones autónomas a dirigirse a los órganos centrales al margen de los Gobiernos republicanos. Así se fortaleció el poder de la dirección de las repúblicas en la resolución de los problemas de los pueblos residentes en su territorio y se limitaron los derechos de los pueblos que no tenían república federada."

Starovoitova está a favor de una cámara de las nacionalidades en el nuevo Parlamento, que "garantice la representación de pueblos y nacionalidades. Según una propuesta que ella avala, el Soviet de las nacionalidades podría renunciar a los índices de representación cuantitativa". La cámara podría tener cantidades iguales de diputados de diferentes pueblos".

La política oficial no ha incorporado esta idea, reconoce Starovoitova, para quien "se están dando cambios de mentalidad, se ha cambiado la orientación científica. Si hace 10 o 15 años imperaba la idea de acercamiento de las naciones en el futuro y se valoraba la asimilación de los pueblos pequeños por los grandes, hoy los puntos de vista son diferentes".

Sobre la estructura estatal, cree Starovoitova que los cambios constitucionales deben "garantizar el poder popular, comenzando con el derecho legal de una nación a la autodeterminación hasta la secesión. "Así lo creía Lenin, aunque no hubo entre nosotros tales precedentes. Sin embargo, éstos no pueden excluirse teóricamente", dice.

"Los Estados se han fragmentado más de una vez, pero creo que la tarea actual es hacer una federación tal que ningún pueblo quisiera utilizar sus derechos constitucionales de autodeterminación y secesión", añade, "En cualquier parte del mundo hay una oposición entre Estado y sociedad. El Estado es un mecanismo de servicio a la sociedad. En la URSS hay un restablecimiento de la sociedad civil, y la nación es la base natural de ese resurgimiento. Por eso están tan vivos los procesos nacionales."

¿En qué medida la cuestión nacional puede ser un pretexto para un golpe militar? "Aparte de las cualidades personales de los dirigentes", afirma, "no se han creado garantías legales contra la involución de la perestroika".

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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