El difícil camino del trasplante
Las escasas donaciones y la descapitalización de los hospitales, causas del descenso de implantes renales
El 28% de las familias a las que en 1988 se les solicitó en Cataluña la donación de los órganos de un paciente en situación de muerte cerebral negó el permiso para la extracción, según un estudio realizado por la Generalitat. Este porcentaje es sensiblemente superior al 21% de negativas de 1987. Este hecho es uno de los factores que ha provocado el descenso de trasplantes, que se inició en 1987, denunciado por las asociaciones de enfermos renales ante el Defensor del Pueblo. Varios expertos afirman que otra causa es la descapitalización que sufren los hospitales y la ausencia, en extensas zonas de España, de una red organizada que garantice la extracción de órganos donados.
En estos momentos hay en España 13.000 enfermos renales en programas de hemodiálisis, la mayoría de los cuales son candidatos a un trasplante de riñón. La lista de espera en Cataluña supera los 600 enfermos. Según la doctora Rosa Deulofeu, coordinadora de trasplantes en esta comunidad autónoma, cada año entran en programas de hemodiálisis unos 250 nuevos enfermos, en teoría candidatos al trasplante. "Nuestro objetivo era alcanzar los 300 trasplantes anuales, de modo que al cabo de diez años, ésta quedara reducida al mínimo".Pero ese objetivo no ha sido posible. En 1986, con 278 trasplantes, fue el año que más próximo estuvo. Pero la cifra descendió en los años siguientes hasta los 236 que se realizaron en 1988, con lo que la lista de espera, en lugar de descender, está aumentando de nuevo. Lo mismo ocurre en otros lugares de España y particularmente en el área de Madrid, donde se concentra el otro contingente importante de enfermos renales. En esta zona, los 240 riñones implantados en 1988 quedan ya lejos de los 325 que se trasplantaron en 1986. El coordinador nacional de Trasplantes, Miguel Ángel Zamarrón, cifra en 1.500 el número de trasplantes que deberían efectuarse cada año para reducir a un ritmo adecuado las listas de espera. Sin embargo, en los dos últimos años no se ha rebasado el millar.
El fenómeno no es exclusivo de España. De hecho en la mayoría de países europeos ha descendido en los últimos años en porcentajes que oscilan entre el 1% de los países nórdicos, al 14% de Austria. La cifra de trasplantes por millón de habitantes es en España de 26 para 40 millones de habitantes, mientras que en diversos países del norte de Europa (República Federal de Alemania, Holanda, Dinamarca, Suecia, Noruega, etcétera) agrupados en una organización común de trasplantes, es de 28 por millón de habitantes, pero para una población total de 97 millones. Cuanto menor es la población, mayor es la posibilidad de aumentar la cifra de trasplantes. Cataluña, por ejemplo, con 5.978.638 habitantes, alcanzó en 1988 una tasa de 38,4 trasplantes por millón de habitantes.
En la mayoría de los países europeos se atribuye 91 descenso de los trasplantes al éxito de las medidas de seguridad vial introducidas por las autoridades de tráfico, que han reducido sensiblemente la siniestrabil¡dad en las carreteras. Los accidentes de tráfico son los que provocan el mayor número de posibles donantes de órganos.
Accidentes de tráfico
En España, sin embargo, el número de accidentes de tráfico no ha variado en los últimos años como para justificar el descenso que han experimentado las donaciones. Algunos expertos han señalado que el aumento de los accidentes en autopista o los accidentes nocturnos, protagonizados por jóvenes que circulan a altísimas velocidades, ha provocado un mayor porcentaje de muertes súbitas, pero tampoco este hecho explica el fenómeno.Lo que sí se ha demostrado es un descenso en el número de donaciones. La doctora Rosa Deulofeu afirma que deberían estudiarse las causas del incremento de negativas de donación, aunque señala la coincidencia con la menor atención prestada por los medios de comunicación al tema de los trasplantes. La presión informativa había sido muy intensa en los años anteriores.
Las asociaciones de enfermos renales atribuyen el descenso de las donaciones a la falta de campañas informativas, pero la doctora Deulofeu se muestra escéptica sobre los resultados de posibles campañas publicitarias. "Pueden influir, pero la donación de órganos es un problema más bien cultural. En Cataluña no habíamos tenido nunca una negativa de los padres de un niño fallecido. La primera se produjo hace poco, por unos padres mucho mayores de lo habitual".
Varios cirujanos y nefrólogos implicados en los programas de trasplantes han indicado que las carencias de la red de extracciones en importantes zonas de España hace que se pierdan muchos órganos que ni siquiera llegan a pedirse. Algunos de ellos creen incluso que aunque se logre disminuir el número de negativas, no es seguro que el número de trasplantes aumente, ya que la descapitalización de los hospitales incide negativamente en el desarrollo de los programas de trasplante, que no disponen de un presupuesto y son los primeros en sufrir los cada vez más graves recortes presupuestarios.
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