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Los ministros de Industria comunitanos mantienun sus diferencias respecto a la competencia en el sector del automóvil

ENVIADO ESPECIAL El consejo informal de ministros de Industria de la Comunidad Europea (CE), reunido ayer bajo la presidencia del español Claudio Aranzadi, debatió las posiciones de los distintos países miembros para establecer condiciones comunes de competencia en el sector del automóvil, sin lograr avances sustanciales para definir una estrategia común. Los responsables de Industria de los doce consensuaron, además, una serie de actuaciones comunes en sectores industriales como la microelectrónica y la pequeña y mediana industria durante la reunión preparatoria del consejo formal del próximo 29 de mayo en Bruselas.

La industria del automóvil, que según las previsiones de los analistas entrará en un ciclo bajo de demanda para los próximos cinco años, genera en la actuali dad el 9%. del valor añadido de la CE y emplea alrededor de dos millones de personas de modo directo. Uno de los puntos de análisis del consejo informal ce lebrado ayer en San Sebastián fue la búsqueda de medidas de actuación conjuntas para hacer frente a los efectos de una even tual caída en la demanda, sujeta a un boom después de la crisis del petróleo. Los países comunitarios mantienen posiciones claramente divergentes en cuanto a la mayor o menor apertura del mercado europeo o a las medidas de actuación frente a la competencia japonesa, que produce con mayores índices de competitividad. Estas diferencias han vuelto a reflejarse ayer durante el debate de los ministros y, en opinión de Claudio Aranzadi, "no es previsible que se registren avances sustanciales en este capítulo durante la presidencia española".

Algunos países con fuerte implantación industrial en este sector, como España, Francia o Italia, mantienen fuertes restricciones a la importación de vehículos, mientras otros mercados interesados en la atracción de inversiones japonesas en este sector, como Gran Bretaña, han venido practicando una política más abierta.

Las distintas posturas se han repetido durante el debate en aspectos claves como la armonización técnica comunitaria (no nacional) para automóviles, la incidencia de la industria de componentes y cuestiones en las políticas nacionales de inversión (instalación de plantas de montaje), estrategia comercial, etcétera.

Los responsables de Industria analizaron el llamado proyecto Jessi, de microelectrónica, promovido por Philips, de Holanda, Thornson, de Francia, y Bosch, de la República Federal de Alemania, como una de las iniciativas clave para corregir el desequilibrio europeo en este sector frente a la competencia japonesa. Los ministros analizaron también una serie de iniciativas de apoyo -simplificación administrativa, acceso a mercados financieros, etcétera- para la pequeña y mediana industria.

Otros de los ternas de la reunión giraron en torno a la promoción de la minería no energética -fuera de la CSA- potenciada desde la incorporación de los países del Sur a la CE, a la corrección del déficit y al apoyo financiero a la pequeña y mediana industria.

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