Un juez italiano investiga un posible daño a 'La Última Cena'

La obra de Leonardo da Vinci La Ultima Cena, conocida por el Cenáculo, ha podido ser dañada grave e irremediablemente a causa de una restauración que ha comenzado por la parte menos deteriorada del cuadro y que ha sido realizada con un bisturí eléctrico, que escarba con mayor profundidad de lo que suele hacerse con los métodos tradicionales, según la acusación presentada ante la Magistratura de Milán por la concejala republicana María Bonatti.La concejala ha afirmado: "El verdadero Leonardo ya no lo veremos nunca. Estaba mejor antes de la restauración". Ahora deberán ser los jueces quienes decidan si la denuncia de María Bonatti tiene o no fundamento. Por el momento, el juez de primera instancia de Milán, Francesco Dettori, ha interrogado al responsable de Bellas Artes, Lionello Costanza, y a los conservadores que restauran el cuadro. Acabados los interrogatorios, los jueces nombrarán ahora una comisión de expertos para que den también su parecer.

En la denuncia, de ocho páginas, se dice entre otras cosas: "La tintura del Cenáculo tiene una parte que esconde a Leonardo, y es la de la derecha, en la cual la restauración actual por lo menos ha hecho visible la sombra de la mano del gran pintor, y otra, la izquierda, donde del artista ya no queda nada. ¿Cómo se puede seguir así con la obra de restauración?". Lo que se pone en discusión es el método usado para restaurar la obra de Leonardo: de ahí el gran retraso y la gran cautela de la restauradora Pinin Branidilla. Muchos expertos se preguntan si no había que haber empezado la restauración por la izquierda, la parte más enferma.

Sin embargo, los responsables de Bellas Artes se defienden ante el juez afirmando que el uso del bisturí eléctrico ha tenido que ser obra de "algún incompetente" y no de la restauradora, la cual, afirman, ha usado sólo el microscopio. Por lo que se refiere al gran atraso en los trabajos de restauración, no se ha debido, añaden, a las perplejidades de la restauradora, sino más bien "a los problemas burocráticos de los años pasados y a la gran delicadeza de la operación".