Los amotinados de la cárcel guatemalteca El Pavón liberan a sus rehenes

El secuestro de 600 personas protagonizado el pasado domingo por un grupo de presos del penal guatemalteco de El Pavón, en los alrededores de la capital, concluyó felizmente en la madrugada de ayer, al aceptar el Gobierno de Vinicio Cerezo una serie de medidas de los amotinados, que reclamaban una reducción de sus penas y la mejora de las condiciones carcelarias.

En medio de dramáticas escenas, un total de 543 rehenes, de ellos 294 mujeres y 125 niños, abandonaron la carcel protegidos por personal de la Cruz Roja, que los trasladó a centros hospitalarios para recibir atención médica, ya que gran parte de los cautivos sufrían problemas de deshidratación y molestias estomacales debidos al hambre y la sed que pasaron durante las casi 100 horas que duró el secuestro.Algunas de las mujeres liberadas sufrieron ataques de nervios al salir de la prisión debido a la gran tensión acumulada durante el secuestro, en el que vivieron momentos dramáticos por las continuas amenazas de que fueron objeto, según narraron a los periodistas. Un médico de la Cruz Roja dijo que las víctimas que más sufrieron fueron los niños, muchos de ellos de corta edad, hijos de los presos a los que habían acudido a visitar sus familiares cuando se produjo el motín.

Uno de los pequeños, según el mismo médico de la Cruz Roja, un niño de cuatro años, epiléptico, fue desalojado la madrugada del jueves, ya que no tomaba medicinas desde el domingo. "Se encuentra muy grave, ya que sólo en el traslado sufrió ocho convulsiones", dijo el médico.

El motín comenzó el domingo de Pascua por la tarde, durante las horas de visita de los reclusos. Alrededor de 200 presos intentaron tomar la armería y consiguieron apoderarse de docenas de armas. En el tiroteo que siguió murieron al menos 12 personas y otras 20 resultaron heridas. En el interior quedaron alrededor de 600 rehenes, de ellos 350 mujeres y niños. Durante el secuestro, 60 rehenes y 128 presos lograron escapar de la carcel.

En la madrugada de ayer, los cerca de 200 amotinados se rindieron, entregaron 51 carabinas y cientos de cartuchos de munición, según el acuerdo al que habían llegado con la comisión mediadora, en la que figuraba el ministro de la Gobernación guatemalteco, Roberto Valle, quien ayer dijo que entre los reos que dialogaron para acabar con el conflicto figuraba un narcotraficante salvadoreño, identificado como José Alberto Gutiérrez, de 21 años.