Réplica a Haro Tecglen
Con odo el respeto que me merece como crítico teatral, y sin pretender inmiscuirme en terrenos que me son ajenos, disiento del señor Haro Tecglen a propósito de su crítica de la puesta en escena de la Iliada, aparecida el 4 de marzo.No señor Haro Teeglen, no comparto su idea de que esta representación no es teatro. Lo es, y reproduce con una sensibilidad exquisita determinados pasajes del poema homérico. La compañía del Teatro del Carreto ha captado el espíritu de esta epopeya, cuyo eje central es la cólera de Aquiles y sus funestas consecuencias, dentro de la acción de la guerra de Troya, que le sirve de fondo. ¿Cómo puede decir usted que son repetidos los momentos de las batallas? Precisamente es en la lucha donde el héroe homérico tiene su razón de ser.
Lo que para el señor Haro Tecglen es falta de agilidad o lentitud en los actores, para mí se trata de gestos ceremoniales, mayestáticos. En cuanto a los dioses, representados como muflecos grotescos, dioses empequeñecidos, olímpicos despojados de su aristocrática magnifi-
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cencia, tienen toda la expresividad que les confiere la inversión del dios / marioneta con respecto al hombre / marioneta.
Señor Haro Tecglen, ¿no es encomiable acercar al espectador teatral con tanta dignidad este texto no teatral, una de las obras señeras de la literatura universal?- Catedrática del instituto de bachillerato La Estrella.
