El miedo nuclear

Un alto responsable de la Administración francesa respondía a las preguntas sobre las repercusiones allí del accidente de Chernobil diciendo que era comparable a dos viajes a Nueva York en avión. Los riesgos de las radiaciones no siempre están claros para los profanos. El 1 de abril, el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) presentará los registros de sus trabajadores a Sanidad para la elaboración de un estudio epidemiológico. La CNT ha denunciado varias irregularidades en el centro ante el Consejo de Seguridad Nuclear.

La sección sinical de la CNT del CIEMAT ha remitido un escrito al presidente del Consejo de Seguridad Nuclear para recabar, información sobre el estudio radiométrico realizado en el edificio 31, en la Ciudad Universitaria de Madrid, donde, al parecer se han encontrado múltiples piezas de uranio y materiales diversos contaminados (tornillería, instrumentos... ).Según Miguel Yuste, ex secretario general del comité de empresa, miembro de la CNT y firmante del escrito, los citados materiales, al haber permanecido durante años sin ninguna protección ni señalización, han sido manipulados por los trabajadores del CIEMAT sin ninguna clase de precaución, ante el desconocimiento de su naturaleza radiactiva y contaminante. Yuste asegura que el almacén no tiene el paso restringido, que se trata de un almacén general, situado en la planta semisótano, debajo de la IR-10 (almacén de compuestos de uranio natural).

Francisco Mingot, director del Instituto de Protección Radiológica y Medio Ambiente (PRYMA), dependiente del CIEMAT, tras explicar la transformación de la Junta de Energía Nuclear en el actual CIEMAT dice: "Tenemos 20 instalaciones para hacer investigación. Pero es obvio que algunas instalaciones vienen de ser otra cosa. Hay que medir y saber cómo están. Por ello hacemos habitualmente estudios radiométricos. Es práctica habitual de CNT presentar escritos. En lo que va de año ya han presentado tres. Nosotros hacemos un informe mensual al Consejo de Seguridad Nuclear sobre incidencias. Este tema es para nosotros irrelevante y por eso ni siquiera hemos informado. Se trata de una zona que en el pasado fue: una instalación radiactiva. Por ello tenemos que limpiar. Es evidente que hay radiactividad".

Mingot continúa: "La política que sigue CNT parece querer mostrar que esto es un desmadre. Puede que algo funcione mal, pero esto no es un desmadre. Donde había actividades radiactivas es evidente que había piezas. contaminadas. El servicio de protección radiológica cuida de que las naves sean transitables, por tanto es imposible que haya dosis de radiación no permitida".

Control rutinario

Rafael Sanz Gancedo, jefe de Protección Radiológica Ocupacional del Insituto PRYMA aclara: "Es normal que haya esos materiales. En virtud de la reforma de las viejas instalaciones de la Junta de Energía Nuclear, se procedió a retirar lo no necesario. Evidentemente había material contaminado. El estudio radiométrico al que se refiere CNT es un control rutinario".Por su parte, un portavoz del Consejo de Seguridad Nuclear manifestó que no había ningún problema, que se trataba de barridos radiométricos ordinarios "Se está procediendo a la clausura de las viejas instalaciones de la antigua Junta de Energía Nuclear y por ello se realizan revisiones". "Lo que denuncian es verdad, otra cosa es la forma de valorarlo", dijo. Y añadió: "No se trata de un almacén general como ellos dicen. Es el almacén de la instodación de arriba, dedi cada a temas radiactivos. El CIEMAT atraviesa un proceso de desclasificación de instalaciones y personal y es totalmente lógico que aparezcan cosas de este tipo".

A pesar de que CNT no pre sentó la correspondiente denuncia en el Comité de Seguridad e Higiene, el comité de empresa de CIEMAT ha pedido explicaciones a la dirección sobre esta posible irregularidad.

El estudio radiométrico fue realizado, según Yuste, por el servicio de Protección Radiológica en la primera quincena de febrero, poco tiempo después de la presentación de la querella criminal contra el CIEMAT (antigua Junta de Energía Nuclear) el 29 de diciembre en el Juzgado de Instrucción número cuatro de Madrid, del que es titular Luis Lerga. La querella la firman, según Miguel Yuste, 13 trabajadores del CIEMAT y la viuda de Vicente Díaz Maroto, trabajador muerto de leucemia el 15 de mayo de 1988. Los firmantes representan a 95 empleados que asumen la querella por incumplimiento de la legislación en materia de seguridad y protección en materia nuclear, fallos que han causado daños y muertes. En concreto, a la del trabajador citado añaden 40 más en el período 1977-87, con una plantilla media en torno a 1.800 trabajadores, según se desprende de una encuesta realizada el año pasado por el comité de empresa.

La encuesta fue elaborada para presionar en la negociación del convenio colectivo y conseguir que todo el personal fuera reconocido como profesionalmente expuesto a las radiaciones y no sólo una minoría como defiende la empresa.

Los resultados de la encuesta fueron tan contundentes que se produjeron disensiones internas en el comité de empresa. Según Miguel Yuste, UGT y CCOO creyeron que si se hacía pública podía peligrar la continuidad de la empresa en Madrid y por tanto de los puestos de trabajo. Por ello CNT decidió salirse del comité y presentar la querella criminal antes citada.

Alejandro Méndez, miembro del comité de empresa por CCOO, coincide en que los datos reflejados en la empresa eran alarmantes. "Pero había que tener en cuenta que el centro había dejado de ser la sede de la Junta de Energía Nuclear y que se había producido un cambio en sus actividades, se había convertido ya en un centro de investigación". "CCOO continuaba creyendo que había que tender a que todos los trabajadores fueran considerados profesionalmente expuestos, pero en la negociación del convenio colectivo se acordó realizar un estudio en profundidad. Un estudio globalizado elaborado por especialistas con participación al 50% de la empresa y de los trabajadores".