El Gobierno ante la insumisión
Los hechos acontecidos el 9 de marzo permiten apreciar un cambio significativo en el marco de esta pelea que están manteniendo los objetores insumisos, con el apoyo de amplios espectros de la sociedad, frente al Gobierno y los militares.En el citado día 9 se volvieron a presentar ante instancias mili-
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tares los 47 objetores insumisos que debían haberse incorporado a filas en los reemplazos de noviembre y enero y que no fueron detenidos el 20 de febrero. Tampoco ahora ha habido más detenciones, ni siquiera las de aquellos objetores de Madrid, Sevilla o Bilbao contra los que pesaban órdenes de búsqueda y captura. En la mayoría de los casos ni les han dejado entrar en el recinto militar. Les remitían a instancias superiores.
Todo ello se ha producido en un espacio muy breve de tiempo (17 días) gracias a que todos los sectores de la sociedad se han volcado a favor de la libertad de los objetores detenidos y en contra de la aplicación de la ley de Objeción de Conciencia (LOC). Hay muchos ejemplos de ello: resolución de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco o del Colegio de Abogados, iniciativas parlamentarias en marcha, muestras de interés y apoyo por parte de significativos políticos. Después de esto, la ley de Objeción de Conciencia ha quedado deslegitimada moral, jurídica y políticamente.
El Gobierno debe responder ya y hacerlo considerando la inaplicabilidad de la LOC, que provoca presos de conciencia y que no tiene otro objetivo que perpetuar y validar la continuidad del servicio militar. Se impone una reconsideración o al menos una amplia moratoria en su puesta en maracha y el inicio de un profundo análisis sobre el modelo de defensa que debe tener este país la función que desempeña la conscripción.- Miembro del Movimiento de Objeción de Conciencia.
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