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Le retiran el pase a la prostituta de los Comunes

Pamella Bordes, la bella ayudante de un parlamentario británico acusada de mantener una vida poco edificante, sigue en paradero desconocido, desprovista de su acceso a la Cámara de los Comunes y con sólo un valedor, el parlamentario que le dio el pase. Entre sus numerosos amigos no hay quien salga al paso de las alegaciones de que es objeto.Henry Bellingham cedió el pase a Bordes para que pudiera trabajar para su compañero David Shaw, quien había agotado los tres pases de que dispone cada parlamentario. Al enterarse de las alegaciones realizadas por la Prensa sensacionalista, Bellingham pidió que se retirara el pase a Bordes, aunque sigue creyendo en ella. "Pienso que es justo escucharla. Ella niega todo lo que se está diciendo", señala. "Si resulta que tiene razón, no tendría inconveniente en cederle el pase si Shaw desea que siga trabajando para él", lo que, al parecer, dejó de hacer el 21 de febrero.

Bordes llegó a los Comunes el pasado verano avalada por gente de confianza, "incluidas referencias de directores de Fleet Street", según Bellingham, quien no encontró nada que la hiciera inapropiada para el puesto a que aspiraba: recolectar información documental para un proyecto legislativo sobre liberalización del precio de los libros en el que trabaja Shaw.

Nadie de los que conocen a Bordes dice haber tenido noticia de la presunta doble vida que ella llevaba, y los nombres más sonoros o guardan silencio o se distancian del caso. Colin Moynihan, subsecretario de Deportes y hasta ahora la más alta personalidad política relacionada con Bordes, dice estar desconcertado al tiempo que pone tierra por medio. "He estado con ella en tres ocasiones y siempre en presencia de otros parlamentarios", dice.

La Prensa seria británica se ha tomado el caso con cierto distanciamiento, mientras que la popular, ha puesto las máquinas a tope. El caso ha servido para arrojar luz sobre la fantasmagórica figura de los ayudantes de los parlamentarios. Shaw dice que el trabajo de Bordes fue "completo y muy valioso", pero otros colegas dudan de la utilidad de las alrededor de 1.200 personas que ejercen esas funciones.

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