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La policía española comunicó a la británica qué el comando del IRA fue a Gibraltar desarmado

La policía española avisó a la británica de que el comando del IRA cuyos tres integrantes murieron por disparos realizados por militares de elite en el peñón de Gibraltar el 6 de marzo de 1988 abandonó Torremolinos (Málaga) en dirección a la Verja, por lo que la inminente llegada de los terroristas a la colonia estaba prevista. Los agentes españoles comunicaron que tenían la certeza de que los terroristas ban a Gibraltar sin armas ni explosivos, según dijeron ayer fuentes policiales tras guardar silencio un año y después de un juicio en el que no pudieron declarar agentes españoles.

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La versión oficial británica fue decisiva a la hora de absolver a los miembros del Servicio Aéreo Espacial (SAS) británico -grupo militar de elite- que dispararon contra el comando independentista irlandés. Esta versión se basaba en un deficiente trabajo informativo realizado por los agentes españoles, lo que hubiera permitido que los británicos desconociesen el momento en que llegaban a Gibraltar los teroristas y si éstos pensaban actuar ese mismo día para lo que irían provistos de explosivos y armas. Según esta versión, la operación se precipitó -con el resultado de la muerte de los activistas del IRA- por la falta de apoyo policial español.En el juicio celebrado a partir del 6 de septiembre en Gibraltar sobre los hechos referidos, en los que murieron los miembros del IRA Daniel McCann, Sean Savage y Mairead Farrell, declararon los miembros del SAS que intervinieron en la operación. El Gobierno inglés garantizó en todo momento el anonimato de los mismos. A lo largo del juicio, los agentes del SAS mantuvieron que el resultado de muerte de los terroristas fue debido al deficiente control español de los independentistas en la Costa del Sol. Esta versión ftie duramente criticada por el abogado Patrick McGrory, que representó los intereses de los familiares de los muertos. McGrory indicó en el juicio que la policía española siguió a los terroristas hasta Gibraltar y que los británicos tuvieron información puntual.

Viaje de Thatcher

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El tribunal, que el 3 de octubre siguiente absolvió a los militares británicos, no tuvo en cuenta en su decisión un informe policial remítido por las autoridades españolas sobre el control efectuado sobre el comando en la Costa del Sol. Asimismo, pese a que estaba previsto que compareciese un inspector del Servicio de Información Exterior español ante el tribunal, este testimonio no se produjo debido a que responsables del Ministerio del Interior no lo permitieron (Ver EL PAÍS del 4 de octubre pasado).

Entre la citación judicial al policía español y su incomparecencia medió una visita a España de Margaret Thatcher, que llegó a Madrid el 21 de septiembre de 1988. En aquel momento fuentes oficiales inglesas negaron que Thatcher hubiera hablado con las autoridades españolas sobre lo ocurrido en Gibraltar.

Fuentes policiales españolas señalaron ayer que en septiembre de 1987 las autoridades británicas informaron de que activistas del IRA podían encontrarse en el sur de España y desconociendo el motivo de esa presencia. La policía española investigó el asunto y detectó a dos sospechosos al embarcar el 15 de noviembre rumbo a París en el aeropuerto de Barajas.

Tras el examen de los pasaportes falsos y debido a las informaciones británicas, se pudo detectar que aquellas dos personas eran dos de los activistas más importantes del IRA: McCann, carnicero de profesión, y Savage, especialistas en explosivos. Ambos terroristas volvieron a España y en el mes de diciembre abandonaron otra vez el territorio nacional por Madrid y en el vuelo de París. No volvieron a España hasta el 4 de marzo, que fueron detectados de nuevo en el aeropuerto de Málaga. La tercera persona del comando, Mairead Farrell, se reunió con ambos en una sucursal del Banco Exterior de España, donde cambiaron las divisas.

Las fuentes mencionadas admiten que los activistas se les perdieron al abandonar el aeropuerto, pero por las continuas recomendaciones británicas de que no se quemaran y dieran al traste con la operación. Estas fuentes aseguran, a diferencia de la versión oficial británica, que fueron localizados en un hotel de Torremolinos antes de abandonarlo en dirección a Gibraltar y que en ese momento no iban ni armados ni con los explosivos.

Estas fuentes señalan que el seguimiento de seis meses jugó un papel importante un grupo de apoyo al comando operativo, compuesto por una pareja. La mujer fue detectada en un camping de la Costa del Sol. Esta mujer cogió un tren con destino a Valencia y fue seguida por agentes españoles. Allí contactó con un hombre, que era la segunda persona del comando de apoyo y había estado en capital va lienciana al menos en otras tres ocasiones, según se comprobó posteriormente. La policía española considera que el explosivo que el comando pensaba utilizar en Gibraltar estaba escondido en Valencia. Para ello se apoyan en el hecho de que uno de los tres vehículos con que el comando pensaba realizar el atentado fue alquilado en Torremolinos y cuando fue encontrado por la policía española tras la muerte de los activistas había efectuado unos 1.400 kilómetros, distancia que para la policía encaja con un viaje de ida y vuelta entre esa localidad malagueña y Valencia.

El explosivo Semtex fue encontrado el 8 de marzo en un aparcarr iento de Marbella, dos días después de haber muerto los activ stas en Gibraltar, donde pretendían atentar contra un regimiento británico.

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