Redondo cree que el divorcio con el Gobierno se soluciona si atiende las demandas del 14-D
El secretario general de UGT, Nicolás Redondo, está convencido de que el divorcio entre el Gobierno y los sindicatos puede superarse si el Ejecutivo es capaz de asumir las reivindicaciones de los trabajadores y atender las demandas todavía pendientes de la huelga general del 14-D. Así lo manifestó en la clausura del congreso de la federación de banca, en el que fue elegido Jorge Díez como sustituto de Justo Fernández, quien abandona la secretaría general por motivos personales.
Nicolás Redondo se preguntaba ayer que "¿Para que ir a las urnas si nada cambia a mejor y sí a peor?". Asimismo, manifestó que confiesa estar harto de Ilarnamientos a la concordia y de los cantos de sirena" hechos por destacados miembros del Gobierno. El máximo dirigente de UGT pide hechos y que se atiendan las demandas pendientes, como el aumento de la cobertura al desempleo o la equiparación de las pensiones más bajas al salario mínimo. No es muy optimista sobre el futuro, ya que el Ejecutivo ha anunciado una ley de huelga que quiere pactar con la derecha y sospecha que la ya convocada mesa de empleo puede ser causa de una nueva confrontación.El nuevo secretario general de la federación de banca de UGT, Jorge Díez, lo mismo que Justo Fernández, es contrario a las fusiones bancarias porque "son diseños teóricos que no se han contrastado con la realidad" y también es partidario, como su antecesor, de que los dirigentes del sindicato participen en el debate abierto en el partido socialista y que presionen desde las agrupaciones locales para obligar al Gobierno a que cambie su política económica.
Jorge Díez -un economista de 32 años, trabajador del Hispano Americano- en estos momentos no votaría al PSOE, ni apoyaría su campaña electoral, porque no quiere que les pase lo de 1982 y 1986. No obstante, todavía tiene esperanzas de que se recompongan las relaciones históricas y el Gobierno atienda las demandas de los trabajadores. Si las cosas no cambian, él es partidario de "la abstención activa".
Sus objetivos, como máximo responsable de la federación, son aumentar la afiliación; apoyar a los secciones sindicales, a las uniones y al sindicalismo de base y, sobre todo, dar respuesta a las fusiones que se están planteando en el sector, fundamentalmente en las cajas de ahorro.
Toda la ejecutiva confederal de UGT, con su secretario general, y los responsables de la práctica totalidad de las federaciones asistieron ayer al congreso de despedida de Justo Fernández, aunque tanto él como Redondo advirtieron que seguirá trabajando en la central aunque su residencia se traslade a Canarias.
Justo Fernández aprovechó su discurso para pedir al sindicato que siga presionando al Gobierno para que cambie su política de cara a las próximas elecciones legislativas. Él no ve a UGT como un sindicato profesional, ni integrado en Comisiones Obreras, porque entonces se iría, y cree que la única referencia política debe ser el PSOE, por lo que propone se apoye al sector crítico que pide un debate en el partido para replantearse las relaciones con el sindicato.
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