La Guardia Civil tiene previsto cerrar la mayoría de sus cuarteles en Euskadi y abrirá algunos nuevos

La Guardia Civil abandonará en un plazo máximo de seis años la mayor parte de sus instalaciones y dependencias actuales situadas en la comunidad autónoma vasca. No obstante, podrá abrir otras nuevas en áreas costeras, en aplicación del acuerdo político de delimitación de servicios entre las policías estatal y vasca que fue suscrito el mes pasado por los Ejecutivos central y autónomo. Las decisiones de clausura o de construcción de casas-cuartel no se darán a conocer hasta que exista un plan global al efecto, que ha de ser elaborado, según han acordado ambos departamentos de Interior.

La intención de aplicar la máxima cautela en el anuncio de la adaptación de instalaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado al nuevo mapa policial vasco se debe a la "sensibilidad extrema" que despierta esta cuestión en determinados sectores de la opinión pública de Euskadi y del resto de España, según fuentes de la Consejería de Interior del Gabinete de Vitoria. El objetivo es evitar tanto la sensación de que la Guardia Civil abandona sin más el País Vasco como posibles protestas en Euskadi por la construcción o ampliación de acuartelamientos en determinadas localidades.La Guardia Civil contará antes de la culminación del plan de despliegue de la Ertzaintza (policía autonómica vasca), prevista para dentro de seis años, con nuevas y más modernas instalaciones en el País Vasco. El proyecto incluye la construcción de algún nuevo acuartelamiento y la modernización de otros ya existentes en las zonas donde el instituto armado va a conservar competencias plenas.

En particular, está previsto que la Guardia Civil disponga de más acuartelamientos que los actuales en las zonas costeras, donde el artículo 17 del Estatuto de Gernika le reserva como competencia exclusiva la vigilancia y control de los puertos, costas y fronteras y la represión del contrabando.

Concentración

La concentración de los efectivos y recursos del instituto armado en las zonas costeras se verá potenciada, según estiman fuentes oficiales, por la próxima creación de la Guardia Civil del Mar, un antiguo proyecto del Ministerio de Interior, todavía no regulado mediante la correspondiente ley. La creación de estas unidades especializadas repercutirá en un reforzamiento de la presencia de la Guardia Civil en Euskadi, incluso después de finalizado el despliegue de la Ertzaintza.

El plan de adaptación de la red de instalaciones de la policía estatal a la nueva distribución de competencias y servicios es una cuestión de contenido esencialmente técnico, según coinciden en afirmar el Ministerio del Interior y la consejería homóloga del Gobierno vasco. Su discusión y elaboración formal ha sido encomendada a la Junta de Seguridad del País Vasco, en la que ambas administraciones disponen de igual número de representantes.

La Junta no se reúne desde el pasado mes de febrero, pero el acuerdo alcanzado por el ministro José Luis Corcuera y el consejero Juan Lasa sobre delimitación de los campos de actuación de cada una de las policías ha permitido su desbloqueo. Corcuera y Lasa presidirán las respectivas delegaciones en la próxima reunión del organismo, convocada en Vitoria para el próximo día 13.

En la comunidad autónoma vasca operan en la actualidad unos 3.700 agentes de la Guardia Civil con destino permanente, según fuentes oficiales. El segundo cuerpo más numeroso es la Ertzaintza, con 3.624. El Cuerpo Nacional de Policía dispone de aproximadamente 3.600, más las compañías de reserva acantonadas temporalmente. Las policías municipales suman casi 2.900 agentes y el Cuerpo de Miñones (policía provincial de Álava), 112. La Ertzaintza tendrá en 1995, fecha prevista para su despliegue total, unos 7.000 hombres y mujeres.

La Guardia Civil dispone en Guipúzcoa de 15 acuartelamientos, incluidas casas-cuartel y comandancias, 20 en Álava y otras 20 en Vizcaya. En los 197 kilómetros de costa se encuentran dos comandancias (Bilbao y San Sebastián) y cinco casas-cuartel, las de Hondarribia y Zarautz, en Guipúzcoa, y Ondárroa, Gernika y Getxo, en Vizcaya. El número de comisarías es de 14, de las que, tras el despliegue de la Ertzaintza, sólo quedarán cuatro, una en cada capital de provincia y otra en la localidad fronteriza de Irún.