La revisión de los .aviones saboteados hizo perder a Iberia más de 500 millones

La revisión pormenorizada de las 13 aeronaves que cubren los vuelos transoceánicos de Iberia ha hecho perder a la empresa más de 500 millones de pesetas. La compañía ha empleado 6.500 horas de trabajo por técnico para descubrir si el resto de sus DC-10 y Boeing-747 sufrían también "irregularidades anómalas". Tal labor ha perjudicado a más de 10.000 viajeros. Las medidas de seguridad de toda la flota se han incrementado desde entonces, de modo que cada uno de los aviones permanece vigilado en tierra por un guardia jurado.Estos serán algunos de los datos que aportará hoy el presidente de Iberia, Narcís Andreu, en su comparecencia ante la Comisión de Industria del Congreso para explicar al Partido Popular por qué el pasado 23 de febrero se sometió a una revisión especial a todos los DC-10 y Boeing 747 de la compañía, lo que provocó que se cancelaran todos los vuelos transoceánicos de la compañía.

Andreu utilizará como base el informe definitivo que ha elaborado el Instituto Nacional de Tecnología Aeronáutica (INTA) sobre las "manipulaciones intencionadas" que se localizaron en un DC-10 el pasado 8 de febrero. El resultado definitivo de estas investigaciones demuestra que un "70% aproximado" del cable de compensación del alerón "presenta una cizalladura por corte".

El informe preliminar que el Instituto Nacional de Tecnología Aeronáutica envió a Iberia el pasado 22 de febrero confirmó la existencia de "irregularidades anómalas" en el citado avión lo que hizo pensar a la compañía que podría tratarse de "sabotaje" si se tiene en cuenta que en 15 días se descubrieron ocho anomalías "provocadas" en distintos aparatos.