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Crítica:MÚSICA CLÁSICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un reestreno de Guridi

El fin de semana madrileño nos ha dado en lo musical, además de una Octava de Bruckner dirigida por Ros Marbá a la Sinfónica de RTVE, con la que justificó, ante quien tuviera alguna duda, el merecimiento de su reciente Premio Nacional, la reposición del Homenaje a Walt Disney, de Guridi, la presentación en el Ritz del dúo Pergamenschikov-Gililov (violonchelo y plano), la actuación de la excelente Camerata Bariloche dentro del ciclo Argentina en Madrid y algunas otras actividades menores.No recuerdo haber escuchado la fantasía Homenaje a Walt Disney, de Guridi, desde su estreno en Madrid el año 1957 por Pilar Bayona y Eduardo Toldrá. En ella, de otra manera, vuelve el músico alavés al tema infantil que le era tan querido y al que ya en 1909 dedicó Así cantan los chicos.

Orquesta Nacional de España

Director: I. Karabtchevski. Solista:F. Corostola, piano. Obras de Barber, Guridi y Strauss. Auditorio Nacional. Madrid, 24, 25 y 26 de febrero. Dúo Pergamenschikovo-Gililov Obras de Beethoven, Chopin, Schumann, Falla y Debussy. Hotel Ritz. Madrid, 24 de febrero.

Premio Oscar Esplá, 1956,la fantasía refleja el entusiasmo del compositor por los dibujos animados de Disney y lo hace libremente, jugando por una parte con su lírica admiración hacia los personajillos y, por otra, trazando un paralelo musical a Blancanieves, Dumbo o Bambi.

Sin la menor alusión folclorística y a través de un piano virtuosista cuya parte expuso con excelencia Francisco Corostola, y de una orquesta moderna, plástica y gestual, Guridi demostró cómo era capaz de evolucionar a los 70 años. Dirigió Isaac Karabtchevsky, el maestro brasileiro, que hizo tocar a la Orquesta Nacional de España con bello sonido y gran cohesión, tanto en la obra española como en el bello Adagio de Samuel Barber, o en la expansión sinfónica de Vida de héroe, de Strauss.

Sonido cálido

'Se llenó el salón del Ritz, de tan añejas resonancias en la historia de la música madrileña, para escuchar a los solistas soviéticos, actuales profesores en la Escuela Superior de Colonia.Boris Pergamenschikov, que toca un excelente violonchelo Montagna de 1735, posee una técnica grande, un sonido tan cálido como su temperamento y una magnífica amplitud de arco. Su colaborador

Pavel Gililcov, es pianista de gran categoría que sabe hacer del dúo auténtica unidad y exponer sus solos con nitidez y virtuosismo.

Las Variaciones de Beethoven, sobre un tema de La flauta mágica, sonaron con una continuidad admirable a lo largo de un proceso lógico y conceptualmente unitario. Enaltecieron los dos intérpretes la muy bella Introducción y polonesa opus 3 de Chopin para penetrar después en las recónditas galerías, cargadas de fantasía, del Adagio y alegro opus 70, de Schumaniri.

La denominada Suite popular española, de Manuel de Falla, que no es sino la transcripción de seis de las Canciones populares transcritas por Maurice Marechal, a partir de la versión violinística de Pavel Kochanski, aprobada por el autor, evidenció la potencia expresiva de Pergamenschikov y, también, (en El paño moruno, en la Canción o en El Polo) la idea excesiva y a veces tópica que de lo español se tiene en el mundo y que podría resumirse en dos términos: furia y velocidad.

En fin, los dos intérpretes, violonchelisita y pianista, hicieron primores en la Sonata de Claude Debussy, en cuyos pentagramas aparece lo español adivinado desde la lejanía, "la verdad sin la autenticidad" como decía Falla.

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