Los alquileres que paga la Comunidad de Madrid se han disparado el 50% en dos años

El Gobierno regional se ha convertido de la noche a la mañana en uno de los mayores inquilinos de su propia ciudad. La Comunidad de Madrid abonará este año 1.200 millones de pesetas por el alquiler de varios edificios, un 50% más de lo que pagaba en 1987. Tras un lustro de dispersión absoluta, los brazos de Joaquín Leguina reposan provisionalmente en unos cuantos edifícios, muy céntricos, muy espaciosos y bastante caros. La Comunidad ha decidido vivir principalmente de prestado hasta que reciba el último bocado de las transferencias.

Emiliano Revilla es uno de los principales caseros de la Comunidad. El alquiler de ocho plantas (5.700 metros cuadrados) de un espectacular edificio que el empresario posee en el número 128 de Príncipe de Vergara, el Foster-Wheeler, le cuesta al Gobierno regional nada menos que 259 millones de pesetas al año. IVA incluido.El Foster-Wheeler es desde hace medio año el cuartel general del plan regional de empleo. La elevada oferta no echó para atrás a la Comunidad, que llevaba meses y meses buscando espacio amplio para reunir a la itinerante Consejería de Economía.

Sólo la cifra que se paga por otro inmueble, en Alcalá, 31, supera el alquiler del edificio de Revilla. En este caso, se trata de una operación de leasing a siete años por la que se pagan al mes unos 25 millones de pesetas.

Las rentas que abonaba el Gobierno regional como inquilino en 1987 pasaron ya a la historia.

Los 800 millones de entonces se han convertido en 1.200 millones. La Comunidad necesitaba urgentemente espacio, y la búsqueda desesperada de locales coincidió con el boom inmobiliario. Las rentas mensuales que paga este ilustre inquilino dan idea de cómo está el mercado en Madrid: entre las 1.700 y las 3.000 pesetas el metro cuadrado.

Vocación nómada

Así las cosas, los 6.010 metros cuadrados que ocupa la Consejería de Agricultura y Cooperación se traducen en 160 millones de pesetas al año, casi el doble de lo que pagaba antes de reunir sus dependencias en la calle de Atocha,17.

Con vocación nómada nació el año pasado la Agencia de Medio Ambiente (AMA), que cambió dos veces de emplazamiento y se asentó finalmente en dos plantas de Princesa, 3.

La renta que paga la AMA por 3.450 metros cuadrados es de 100 millones de pesetas anuales. Unos pisos más abajo, los grupos políticos de la Asamblea respiran a sus anchas en una oficina de 1.800 metros cuadrados, por los que se abonan 33 millones al año.

La nueva ubicación de la Consejería de Cultura, en plena plaza de España, le ha costado al Gobierno regional 80 millones de pesetas entre gastos de acondicionamiento y de alquiler para 1989.

Sin estrecheces está ahora la Consejería de Hacienda, que se ha quedado sola en un edificio alquilado a Mapfre en la plaza de Chamberí. ¿El precio? Unos 110 millones al año.

Mientras tanto, la Consejería de Integración Social hace las maletas para trasladarse desde la calle de O'Donnell a un singular edificio en el centro del complejo Azca. La renta es bastante módica para la zona: 97 millones anuales por cuatro plantas.