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Saura abre en Viena una retrospectiva de su obra en papel

"En todos mis cuadros se viola la realidad a través de un proceso subjetivo", declara el pintor

El pintor español Antonio Saura inauguró el viernes en el Museo Secession de Viena una retrospectiva en la que incluye 180 obras realizadas sobre papel, que recogen todas las etapas y temas desarrollados por el pintor español. La exposición de Antonio Saura permanecerá abierta durante un mes. Blasfemia, obscenidad y sátira constituyen el denominador común de todos estos trabajos, donde, según el artista, "se viola la realidad a través de un proceso subjetivo". La muestra recoge todas sus etapas, que ahora puede contemplar con el paso del tiempo, desde obras que pintó a los 17 años hasta un retrato imaginario de Goya que hizo el año pasado.

Antonio Saura, considerado por los críticos austríacos como el pintor español contemporáneo más importante, junto al catalán Antoni Tápies, se mostraba el viernes totalmente satisfecho del resultado artístico de esta exposición organizada por el Ministerio de Cultura español en colaboración con varias entidades privadas. "Esta retrospectiva sobre mi obra en papel es la más importante que he presentado. El papel es fundamental en mi obra. Tanto como la tela. Me he pasado 10 años de mi actividad trabajando exclusivamente sobre papel".La idea de organizar esta exposición surgió en Ginebra el año pasado. Esta ciudad suiza acogió en depósito la mayor parte de las obras del Museo del Prado durante la guerra civil. Para conmemorar este hecho se proyectó realizar una exposición con obra del Prado y otra dedicada exclusivamente a un artista español: Antonio Saura.

Mientras esta segunda exposición se organiza (se inaugurará el próximo mes de junio en Ginebra y se expondrá en el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid en 1990), el Secession de Viena ha organizado esta segunda exposición, complementaría de la que se abra en Ginebra, y ante la que el artista no puede evitar la emoción de volver a ver obras pintadas en los primeros años de su carrera, muchas de las cuales les cuesta ahora trabajo reconocer.

"Aquí hay cosas que pinté a los 17 años, a finales de la década de los cuarenta, y de todas mis diferentes etapas, hasta llegar a lo último que he hecho, un retrato imaginario de Goya que hice el año pasado. Están todas mis etapas. Tanto las que he agotado rápidamente como aquellas en las que me he entretenido durante 20 años. Ver ahora todo mi trabajo en una exposición es muy importante porque ves en un muro el desarrollo de todo tu trabajo a través de los años", declara Antonio Saura.

Meditación

"Me incita a la reflexión y a la meditación", añade. "`Percibes el cambio grafológico y psíquico que se ha producido en la evolución de cada serie porque a partir de una misma estructura cada obra culmina con un resultado diferente. Hay cambios técnicos. Intento reconstruir el proceso de algunas de las transformaciones y hay veces en que no lo consigo".En esta antológica, el artista reconoce que hay algunas ausencias debidas a que muchas de las obras se encuentran en paradero desconocido o en lugares muy lejanos y cuyo transporte resultaba excesivamente costoso.

"En general", dice el artista, "hay una buena representación que me produce a veces la sensación de contemplar algo muy antiguo en el tiempo y que debiera haber sido destruido. Otras veces las veo con la distancia de un espectador cualquiera. Hay una constancia general en los temas, en las estructuras y en la forma de hacer. En todas se viola la realidad a través de un proceso subjetivo".

Antonio Saura se explica el entendimiento que la crítica austriaca tiene de su obra porque, aunque su pintura "es muy española, se entiende perfectamente en un país en el que hay unas grandes raíces católicas y una permanente tentación por lo blasfemo, tan atrayente para ellos como para nosotros. Y hay una afinidad directa porque también ellos, a través de una agresión inmediata, buscan lo trascendente".

Después de esta exposición, Antonio Saura cerrará el paréntesis del descanso de seis meses impuesto por problemas de salud y dice que volverá a pintar con grandes telas. La obra más grande del pintor la realizó el año pasado al instalar un mural de 200 metros cuadrados en la nueva sede de la Diputación Provincial de Huesca. El mural, titulado Elegia, de colores vivos, comunica "energía y dinamismo", según el artista.

La blasfemia, la obscenidad y la sátira seguirán siendo sus temas de trabajo.

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