El FMLN y los partidos salvadoreños dialogarán en México

Los partidos políticos salvadoreños han invitado a la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) a mantener conversaciones sobre el futuro del país. La guerrilla aceptó anoche la invitación; la reunión se celebrará en México el lunes y martes próximos.Pese a que la iniciativa supone un gesto inédito en favor de la reconciliación y la concertación política en este país, los partidos llegarán con las manos atadas por la negativa del Ejército a retrasar las elecciones previstas para el 19 de marzo.

La decisión de reunirse con la guerrilla fue tomada el miércoles por todos los partidos de El Salvador, después de una reunión en la que analizaron la propuesta presentada por el FMLN el mes pasado en México y las aclaraciones posteriores a las fuerzas políticas. Los partidos coincidieron en que, "por razones obvias", no existen condiciones para que esa reunión se celebre en El Salvador y piden a la guerrilla que elija uno de los tres países propuestos.

La "razones obvias" son que el país se encuentra actualmente bajo un alto grado de inestabilidad, sometido más que nunca a la fiscalización de unas fuerzas armadas que han amenazado con un golpe de Estado si es aceptada la oferta guerrillera de posponer las elecciones hasta el próximo mes de septiembre.

Al anunciar su decisión, los partidos dijeron que acudirán a las conversaciones sin condiciones previas. Aseguran que sigue siendo factible el retraso de los comicios, aunque no quisieron pronosticar de cuánto puede ser ese retraso.

Los partidos saben que en esta negociación se juegan mucho. El FMLN han manifestado, en una carta aclaratoria enviada el pasado día 16 a todas las organizaciones política salvadoreñas, que "decir ahora elecciones el 19 de marzo es igual a decir continuación y profundización de la guerra, mientras que decir elecciones el 15 de septiembre equivale a decir comienzo de la marcha real hacia la paz".

"Ninguno de los bandos", añade el documento enviado a los partidos, "tendría condiciones internas e internacionales para continuar la guerra después de elecciones en condiciones verdaderamente democráticas. Esto implicaría un enorme potenciamiento de la voluntad de paz y volvería irreversible el fin de la guerra por vía política".

El margen de maniobra es mínimo. El día 13, el ministro de Defensa, Eugenio Vides Casanova, advirtió al país que la lealtad del Ejército para con el presidente de la República termina el 1 de junio de 1989, fecha marcada por la Constitución para la transmisión de poderes.

En privado, al presidente Napoleón Duarte se le ha dicho aún más claramente que el Ejército podría tomar el poder si se produce alguna irregularidad constitucional.

En este estrecho espacio intentantan moverse los partidos. El candidato de Convergencia Democrática, Guillermo Ungo, cree que se puede encontrar una fórmula para retrasar los comicios sin que Duarte tenga que alargar su mandato. Para ello habría que nombrar un Gobierno provisional durante seis meses. Esto tampoco gusta al Ejército.

El Salvador corre el peligro de quedar aislado como el único conflicto sin posibilidades de solución pacífica. Los presidentes en sus reuniones de Costa del Sol, no pudieron dedicar a la guerra salvadoreña más que un pequeño párrafo. En esas líneas se anima a "todos los sectores" a participar en las elecciones, sin precisar fechas ni condiciones.