Las 'mafias' de prisiones matan a un preso en Zamora y lesionan a otro en Madrid
Desde el pasado jueves se han producido diversos actos violentos en las prisiones de Carabanchel (Madrid), Zamora y Psiquiátrico Penitenciario de Fontcalent (Alicante) que han originado la muerte de un recluso y heridas a un funcionario y a un preso. El pasado domingo murió otro interno en la prisión de Barcelona, suceso que se halla bajo investigación, y el viernes falleció otro preso en Pontevedra, víctima de una sobredosis de heroína.
El Tribunal Supremo reconoció recientemente el derecho a cobrar una indemnización de la Administración a los familiares de un preso muerto en una reyerta en Carabanchel. Un portavoz de Justicia minimizó ayer la importancia de estas agresiones, cuyo solapamiento atribuyó a mera "coincidencia", ya que indicó que en lo que va de año sólo se han producido tres y una muerte violenta entre una población de 30.000 reclusos, mientras que en 1988 se produjeron 15 agresiones y dos homicidios.El último incidente se produjo en Zamora. El recluso Mariano Torres Torres, de 20 años y natural de Villarobledo (Albacete), falleció en la tarde del domingo a causa de la herida en el tórax que le causaron con un objeto punzante otros reclusos que se encontraban con él en el patio de la prisión provincial de Zamora, en lo que parece un ajuste de cuentas entre internos catalogados como peligrosos, informa José Lera. Sus presuntos agresores ya han sido aislados y están siendo investigados judicialmente. El arma, ayer aún no localizada, se presume que fue facilitada por otros presos menos peligrosos, que no son cacheados antes del paseo.
El primer incidente cronológicamente se produjo en la noche del pasado jueves cuando se produjo un conato de reyerta entre presos de confianza del psiquiátrico de Fontcalent, que se saldó sin heridas, pero con requisa de armas.
Funcionario agredido
Un día después un interno, Germán Estruch Alonso, hirió en ese centro con un cristal a un funcionario, que requirió puntos de sutura en el pecho.En la prisión de Carabanchel el pasado viernes fue apuñalado el recluso Santiago Cobo Játiva en la pierna y en el abdomen, según fuentes de CC OO. Su estado no reviste gravedad, aunque se halla hospitalizado. Ayer aún no se había localizado a los agresores ni el arma. Fuentes sindicales indicaron que este recluso había rehusado ser internado en la sexta galería por supuesto temor a una agresión de otro preso. Cabo logró ingresar en la tercera galería.
Allí fue apuñalado por otro u otros internos cuya identidad se desconoce. Fuentes sindicales apuntan la sospecha -desestimada oficialmente- de que Cobo, preso por robo y con antecedentes delictivos, planeara vengarse de un recluso de la tercera galería, el cual se anticipó a su acción.
Ese mismo día moría por sobredosis de heroína un recluso en régimen abierto en la prisión de Pontevedra.
Por otro lado, en la mañana del domingo, era hallado muerto en la enfermería de la prisión Modelo de Barcelona el interno José Antonio García Parra. Este recluso había ingresado el pasado 19 de enero procedente del psiquiátrico de Fontcalent. Al recluso, de 30 años de edad, no se le había apreciado ningún problema físico. Si estado psíquico era objeto de observación. En la mañana del pasado domingo fue hallado muerto. La hipótesis oficial es "muerte natural", aunque se está investigando.
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