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Solidaridad no se responsabiliza de la economía polaca

El sindicato independiente Solidaridad declinó ayer asumir responsabilidades en la gestión económica de Polonia, en la primera sesión de la comisión negociadora de cuestiones económicas entre el Gobierno y la oposición. Ayer se agravó el conflicto laboral en las minas de lignito de Belchatow, donde más de 12.000 mineros han declarado una huelga que amenaza con paralizar totalmente la central térmica aneja, una de las mayores de Polonia. Cinco de los 12 bloques de la central térmica de Belchatow han quedado ya paralizados.

El martes pasado habían declarado la huelga 2.500 mineros de la zona, mientras que ayer se calculaba que más de 7.000 obreros se habían encerrado en el recinto minero de Belchatow, mientras que el resto de la plantilla de 12.500 seguía la huelga desde otros sitios. Los huelguistas solicitan un aumento de sueldo y la negociación de un acuerdo colectivo.El sindicato Solidaridad envió ayer a dos negociadores a las minas para intentar mediar en este conflicto que amenaza con extenderse y provocar una escalada de las tensiones sociales cuando la mesa redonda entre el gobierno y Solidaridad acaba de comenzar. En una declaración sobre el conflicto hecha pública ayer, el portavoz del Gobierno, Jerzy Urban, acusó a uno de los emisarios de Solidaridad de incitar a la huelga, acusación que fue negada por el aludido, Alojzy Pietrzyk.

Urban expresó asimismo su "gran preocupación" por el futuro de las negociaciones de la mesa redonda y la posibilidad de llegar a un entendimiento con la oposición. "No habrá entendimiento bajo la presión de huelgas", dijo Urban.

El jefe de Solidaridad en la región de Varsovia, Zbigniew Bujak, declaró ayer que el Gobierno polaco debe renunciar a buscar corresponsables en la gestión económica. Un asesor económico de Solidaridad, Ryszard Bugak, calificó de "incoherente" el paquete de propuestas del Gobierno para las reformas económicas. Según Bujak, solo existe acuerdo en cuestiones generales por lo que va a ser muy difícil que la oposición acepte el programa de reformas del Gobierno.

Por su parte, el primer ministro polaco, Mieczyslaw Rakowski, ha urgido a los reunidos a lograr acuerdos rápidos por el bien de Polonia, cuya economía, señaló, "se encuentra al borde del abismo". El buró político del partido comunista polaco (POUP) se reunió el martes y emitió un comunicado en el que saluda el comienzo de la mesa redonda. Asimismo, el portavoz del Gobierno, Jerzy Urban, hizo unas declaraciones al órgano del Partido Comunista de la URSS, Pravda, en las que reconoce que el POUP está dividido entre los partidarios de la legalización de Solidaridad y quienes se oponen a ello. Según Urban, ambos grupos son prácticamente iguales en número. Sin embargo, la posición favorable a la negociación de la cúpula del poder polaco -con el jefe del estado Wojciech Jaruzelski y el primer ministro Rakowski a la cabeza- parece ser decisiva.

Urban manifestó que el POUP está dispuesto a renunciar a parte de sus escaños en el parlamento, pero matizó que la mayoría gubernamental seguirá estando garantizada por la presencia del POUP y sus partidos aliados, el partido democrático (SD) y el campesino (ZSL).

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