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Una reclusa fallece de SIDA mientras esperaba la tramitación de su libertad

María del Carmen Carmona García, reclusa de la prisión de Córdoba que falleció el sábado víctima del SIDA, estaba pendiente de que Instituciones Penitenciarias le concediera la libertad que solicitó para pasar los últimos días de su vida junto a sus cuatro hijos. La interna, de 30 años, fue condenada por la Audiencia Provincial de Córdoba por cuatro robos cometidos en otras tantas farmacias.

Fuentes de Instituciones Penitenciarias manifestaron ayer que la reclusa "estaba en el hospital gozando de un permiso indefinido, sin escolta policial, mientras se tramitaba el expediente de su pase a tercer grado para poder obtener la libertad condicional".La fallecida era adicta a la heroína desde hacia tres años. Tras su ingreso en prisión, los médicos comprobaron que era portadora de anticuerpos del SIDA. Con el paso de los días, la enfermedad entró en un cuadro clínico irreversible y en fase terminal. A partir de ese momento, la dirección de la cárcel de Córdoba ordenó el traslado de la reclusa a la unidad penitenciaria del hospital provincial cordobés, bajo custodia policial.

El marido de María del Carmen Carmona, internado igualmente en prisión, pero en régimen abierto, se puso en contacto con el abogado Rafael Valverde para conseguir la libertad de su mujer para que pudiera estar junto a sus cuatro hijos antes de morir. Los médicos de la cárcel de Córdoba y los del hospital informaron al director de la prisión, Francisco Velasco, de los escasos días de vida que le quedaban a la reclusa.

El letrado trató entonces de conseguir la libertad de la reclusa, a la que no se opuso el juez de Vigilancia Penitenciaria, Eriberto Asensio, vistos los dictámenes médicos. Mientras tanto, Carmen Carmona permanecía internada en la sección penitenciaria del hospital provincial con el mismo régimen que en la cárcel.

El 25 de enero pasado, el director de la prisión provincial de Córdoba envió a Instituciones Penitenciarias un telefax donde se proponía la libertad de la reclusa. Junto a esta petición se unían los informes médicos y los dictámenes de régimen interior de la cárcel, favorables ambos a la libertad, tal y como ordena el artículo 60 del reglamento penitenciario.

Una recaída hizo necesario su traslado al hospital regional Reina Sofia de Córdoba. Como Instituciones Penitenciarias no contestaba a la propuesta de libertad, Francisco Velasco, el juez de Vigilancia Penitenciaria y el comisario jefe de Policía acordaron retirar la custodia policial de la habitación que ocupaba Carmona, que ya estaba en coma.

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Un portavoz del Ministerio de Justicia manifestó anoche que María del Carmen Carmona García había pasado el último mes y medio ingresada en el hospital y no había vuelto a la cárcel. Según las mismas fuentes, el 25 de enero la prisión solicitó su paso a la situación de tercer grado para poder aplicarle el artículo 60 del reglamento penitenciario, que supone la excarcelación por enfermedad en fase terminal.

El citado portavoz añadió que no fue trasladada a su casa dada su enfermedad, aunque se encontraba en una situación de permiso indefino a la espera de tramitar su excarcelación.

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