Cientos de delfines han muerto en Estados Unidos por un alga venenosa

La marea roja, un alga venenosa que se ha localizado en la zona del golfo de México, ocasionó la muerte de cientos de delfines localizados en las aguas de los Estados norteamericanos de la costa atlántica los dos últimos años, 1987 y 1988, según informaron los expertos de la universidad de Guelph, en Ontario (Canadá).El alga, conocida como ptychodiscus, produce un poderoso veneno, llamado brevetoxin, y fue ingerida por peces de tamaño pequeño, como el sábalo, que, a su vez, son ingeridos por los delfines como parte de su alimentación. Otros científicos, en cambio, discreparon de esas afirmaciones y atribuyeron la mortandad a algún tipo de contaminación ambiental.

Los científicos de la universidad de Guelph señalaron en el informe realizado que al menos unos 742 delfines aparecieron muertos en las costas de varios Estados norteamericanos del Este y otros muchos desaparecieron en el océano entre 1987 y 1988.

Aparentemente, el alga no afectó a los peces, pero alteró el sistema inmunológico de los delfines, lo cual, en un principio, hizo creer a los investigadores que se trataba de una enfermedad relacionada con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).

El veneno debilita los músculos cardiovasculares y las defensas del organismo, y ocasiona un descenso de la temperatura corporal.

A pesar de estos datos, Robert Schoclkoph, director de un centro de mamíferos marinos de Brigantine (Nueva Jersey), que fue el primero que descubrió la muerte masiva que se estaba produciendo entre los delfines, puso en tela de juicio las conclusiones del informe realizado en Canadá y sugirió que esos animales pudieron haber sido víctimas de algún tipo de polución.

Schoelkopf se preguntó sobre las razones por las que los delfines no murieron en el golfo de México, así como por los motivos por los que la ingestión de sábalo no afectó a ciertas aves marinas que también se alimentan de este tipo de pez.