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Fuerte impulso a las relaciones entre Bonn y Varsovia

Las difíciles relaciones entre Varsovia y Bonn recibieron ayer un fuerte impulso con las conversaciones mantenidas en la capital federal por el primer ministro polaco, Mieczyslaw Rakowski, y el anuncio de una próxima visita a Polonia del canciller alemán occidental, Helmut Kohl. El jefe del Estado de la RFA, Richard von Weizsaecker, visitará Polonia en la simbólica fecha del 1 de septiembre, 50º aniversario del comienzo de la agresión nazi contra este país.

Días después de concluir la pasada semana en Viena la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa, Rakowski y Helmut Kohl abrieron en Bonn vías de una cooperación entre los dos grandes Estados de Centroeuropa, cuyas relaciones son de vital importancia para la estabilidad del continente. En los últimos años, el diálogo entre estos dos Estados había quedado prácticamente paralizado entre acusaciones mutuas, prejuicios y recelos.La sombra del asalto alemán sobre Polonia en 1939 y sus trágicas consecuencias siguen pesando sobre las relaciones medio siglo después. Millones de polacos asesinados, el país arrasado y el reordenamiento territorial que trajo consigo la expulsión de los alemanes de sus territorios orientales y el corrimiento de las fronteras polacas hacia Occidente hacen de las relaciones entre la República Federal de Alemania y Polonia las más complejas y delicadas del continente.

El hecho de que ciertos sectores de la derccha alemana occidental sigan evocando la "integridad territorial de 1937", que pone en duda la vigencia de la actual frontera entre los dos países en los ríos Oder-Neisse, y la susceptibilidad polaca contra las denominaciones alemanas de antiguas ciudades germanas hoy polacas demuestran que estas relaciones conllevan dificultades impensables en otros Estados del continente.

Coincidiendo con el anuncio de los viajes a Polonia de Von Weizsaecker y Kohl, el Gobierno polaco informó en Varsovia de que van a retirarse también de este país parte de los contingentes de tropas soviéticas estacionados en su territorio. Hasta ayer sólo había sido anunciada la retirada de tropas soviéticas de Checoslovaquia, Hungría y la RDA.

Romper el hielo

Rakowski logró romper el hielo en unas relaciones gravemente deterioradas desde la implantación de la ley marcial en Polonia en 1981 y la llegada de Kohl al poder meses más tarde. Por primera vez desde la II Guerra Mundial, un líder polaco mostró disposición a hacer concesiones a la minoría alemana en su país y a realizar una serie de gestos conciliadores, como son la apertura de un instituto Goethe en Varsovia, mejoras en el mantenimiento de los cementerios de soldados alemanes y la construcción de un monumento en honor del conde de Stauffenberg, autor del atentado malogrado contra Hifier el 20 de julio de 1944.El monumento estará en las ruinas de la WolfIchanze, el refugio militar de Hifler en Prusia, hoy en territorio de Polonia.

Rakowski llegó a Bonn nada más concluir el dramático pleno del Comité Central del Partido Obrero Unificado de Polonia en el que defendió la relegalización del sindicato independiente Solidaridad. El motivo de la visita era asistir a la cena que ofreció el presidente de la RFA, Richard von Weizsaecker, en honor de Willy Brandt, que el pasado mes cumplió 75 años.

A cambio, la RFA revisará su dura postura respecto a la concesión de nuevos créditos a Polonia, imprescindibles para acometer la reestructuración industrial. Fuentes gubernamentales de la RFA informaron ayer que Kohl y Rakowski se han comprometido a elaborar nuevas medidas de cooperación económica y financiera, que serán tratadas durante la visita oficial del canciller a Varsovia a celebrar antes de septiembre.

El homenaje al veterano líder socialdemócrata Willy Brandt, impulsor del proceso de reconciliación entre la RFA y Polonia, que después se vio interrumpido, dio la posibilidad a Rakowski de entrevistarse con toda la cúpula política de la RFA. Ayer mantuvo una larga entrevista con Von Weizsaecker. El viernes había celebrado largas conversaciones con Kohl y su ministro de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher.

Von Weizsaecker habló ayer de "un paso decisivo hacia adelante" en el diálogo entre la RFA y Polonia. Rakowski rompió con la tradición de sus antecesores de aderezar sus peticiones le ayuda económica con acusaciones contra los "revisionistas" en la RFA y alusiones a culpabilidades históricas. Con sobriedad aludió a las posibilidades que se abren a la industria alemana occidental en la reforma económica polaca y a las concesiones en el terreno cultural que Varsovia está dispuesta a hacer.

[Los líderes del sindicato Solidaridad se reunieron ayer en Gdansk para estudiar la oferta de legalización de las autoridades polacas y decidir si es siuficiente para dar paso a las negociaciones, informa France Presse. Lech Walesa, presidente, del sindicato que fue ilegalizado en 1981, señaló que personalmente estaba dispuesto a participar en la mesa redonda].

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